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Huntelaar promete muchos goles con el club pero tendrá que esperar hasta enero
El Real Madrid, que necesitaba un golpe de efecto y no quiere que se repitan en el mercado invernal los problemas de fichajes que le persiguieron en el verano, ha empezado a mover ficha. La primera consecuencia es la contratación de Klaas Jan Huntelaar, aunque el delantero centro holandés presentado ayer en el Santiago Bernabéu ha llegado también lesionado. Durante el acto estuvo arropado por sus familiares y por el presidente de honor de la entidad, Alfredo di Stéfano, de cuyas manos recibió la camiseta blanca con el 19 a la espalda que vestirá hasta 2013. «Estoy muy orgulloso de jugar en este club. Espero marcar muchos goles», afirmó el ariete de 25 años procedente del Ajax de Ámsterdam, por quien el Madrid ha pagado 20 millones de euros más siete por incentivos.
Actualizado: GuardarEn el Ajax militó las últimas cuatro temporadas y consiguió 70 goles. Sin ir más lejos, la pasada campaña fue el máximo goleador de la Liga holandesa (Eredivise), con 33 tantos en 34 partidos, lo que le valió para alzarse con la Bota de Bronce de 2008. Además, en su palmarés tiene dos Copas de los Países Bajos y otras dos Supercopas, aunque no ha ganado todavía un título liguero.
Huntelaar afronta ahora el difícil reto de hacer olvidar a la hinchada merengue el acierto y la eficacia rematadora de su compatriota Van Nistelrooy, lesionado de gravedad. El joven delantero holandés se quita presión: «Ruud es un jugador fantástico. Yo soy otro tipo de futbolista».
Sin embargo, no podrá debutar hasta enero a causa de una lesión en el tobillo izquierdo que le impedirá estrenarse en Chamartín este año. «No tengo mucho dolor; sólo un poco. Pero mi estado físico no es el óptimo. Espero estar en perfectas condiciones en dos semanas», aseguró. Lo más probable es que tenga su oportunidad en el partido del 4 de enero contra el Villarreal. Los servicios médicos del club blanco aseguran que las molestias que arrastra en su tobillo, tras romperse hace casi un mes el ligamento anterior, no revisten mayor gravedad. De esta forma tratan de acabar con el miedo a que se repita el caso Woodgate.