PROTESTA. Facultativos de un centro de salud de Jerez, durante una concentración/ TAMARA SÁNCHEZ
Ciudadanos

El Colegio Médico ha tramitado 37 denuncias por agresión este año

El gabinete jurídico ha designado a un abogado en exclusiva para tramitar los casos de violencia contra facultativos Los profesionales piden que se incida en la educación de los pacientes

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La agresión a un médico residente de primer año ocurrida el pasado miércoles en el Clínico ha encendido todas las alarmas. El presidente del colegio de Médicos de Cádiz, Ricardo Miranda, ha dado un toque de atención a la Delegación de Salud para que aumente el personal de apoyo en los centros sanitarios tras condenar los hechos.

En lo que va de año el órgano colegiado ha tramitado 37 denuncias por agresiones físicas y verbales a médicos, tal es el volumen de casos que el colegio profesional ha destinado casi en exclusiva a uno de los abogados de su gabinete jurídico.

La letrada es Carmen Miranda Palomino, que se encarga de estos asuntos desde hace cinco años. Según su experiencia, el mayor número de casos se produce en los centros de salud, «sobre todo insultos y amenaza». Las agresiones físicas son más habituales en las urgencias de los hospitales y las extra hospitalarias.En conjunto el número de casos aumenta de forma progresiva. Este año se han tramitado casi el mismo número que el anterior, cuando se registraron más de 40 en toda la provincia.

¿Ha aumentado el número o son más visibles?. Miranda considera que «los profesionales tienen una mayor conciencia de sus derechos y saben que disponen de instrumentos para defenderse». Aun así, son muchos los que prefieren no acudir a las autoridades «por miedo o por lo desagradable que resulta acudir a un juicio por agresiones», por lo que quedan impune.

Mecanismos de defensa

Ante esta situación, la abogada del Colegio Médico insiste en que es «urgente» mejorar la educación sanitaria de los pacientes, que conozcan sus deberes y sus derechos y ambos estén reflejados por igual en los propios centros de salud. Ya existen cuadros informativos en las paredes, pero la lista de derechos se antepone a la de deberes, una organización que, a juicio de Carmen Miranda, ofrece una imagen equivocada de lo que supone la atención sanitaria.

«Los insultos y las amenazas son a diario, muchas veces por la falta de paciencia ante un retraso en la consulta o porque no les recetan lo que quieren», insiste. De la misma forma, asegura que la presencia de guardias de seguridad en los centros de salud reduciría la conflictividad. Miranda insiste en que «la Junta debería definir mejor el papel del médico para evitar situaciones de este tipo».

Cuando se produzcan, lo más importante es el respaldo al profesional agredido. «Salud reacciona muy rápido en las situaciones graves, pero el apoyo se reduce en los casos más leves», considera. También increpó a «los compañeros que presencian una situación violenta y prefieren cerrar la puerta de sus consulta para no tener problemas», una conducta que considera «intolerable».

emartos@lavozdigital.es