Una copa con Beckham
CALLE PORVERA Fue de nuevo mi amiga Irene la que abrió la caja de los recuerdos al llamar para comentarme que en unos días abría en la ciudad un nuevo local, LaLola, un espacio de ocio pero también abierto a la cultura, y sobre todo a los nuevos talentos, que han promovido David de María, Juan José Padilla y Antonio El Pipa.
Actualizado: GuardarA Irene y a mí nos gusta quedar, tomar algo juntas y recordar viejos tiempos. Y como no es fácil que nos veamos, al menos tratamos de que cuando llega el momento tenga toda la liturgia y el ritual que nos merecemos. Por eso decidimos aprovechar que LaLola nacía para quedar este viernes y poner en pie esas batallitas que compartimos de nuestros primeros años en Jerez.
Y esa época tiene mucho que ver con el nuevo espacio se alzará en lo que fue La Guarida del Ángel, donde hasta no hace mucho he disfrutado de conciertos, donde por primera vez vimos juntas a Javier Ruibal y nos pusimos de acuerdo en gustos musicales y donde quedábamos los de la comuna de Santo Domingo con los amigos que íbamos haciendo. Allí vivimos momentos tan surrealistas como aquella noche en la que mientras Coque Malla cantaba en el escenario me di de bruces con un chico espigado y rapado al cero que venía de la barra y que tras el traspiés me sonrió y me soltó un educado «Sorry» antes de reunirse con sus amigotes. Tras mucho mirarlo descubrí que se trataba del David Beckham que aún jugaba en el Manchester y que estaba concentrado en Montecastillo, y que la pandilla eran el resto de jugadores del equipo inglés. Pobres, tan tranquilos y tuvimos que llegar nosotros cargados de bolígrafos y servilletas a pedir autógrafos. Aún nos reímos recordando el trompazo con Beckham -me pareció esmirriado, la verdad-.