Los trabajadores de la empresa de Uria paran la obra en señal de luto
«No hay nadie. Los trabajadores se van a primera hora de la tarde. Hoy es un día complicado». La noticia llegó a Luko minutos después de la una de la tarde. Confirmado, han asesinado a Ignacio Uría. «Te puedes imaginar como ha caído. Nadie se esperaba esto. No es complicado imaginarse como estaban los trabajadores. Cabizbajos, pensativos... Esto es muy fuerte». Quienes hablan son dos de los cientos de vigilantes de seguridad que custodian las obras del TAV durante las 24 horas del día. Ellos también son currelas y por supuesto, con licencia para tener «miedo».
Actualizado: GuardarLa conversación se produce minutos después de la tres de la tarde. Se escudan en el anonimato, sin duda su mejor aliado. Patrullan en el subtramo II que separa Arrazua-Ubarrundia de Legutiano. De 5,2 kilómetros y en obras desde septiembre de 2006, fue el primero que se adjudicó. Construye: Altuna y Uria S.A. en colaboración con TECSA.
Desde entonces, han sufrido varios sabotajes de jóvenes radicales en plena escalada de pequeños ataques contra el proyecto. Pero ayer, el plato se rompió en mil pedazos. «Todos sabíamos de la amenaza, pero nadie se imaginaba esto. Es un salto considerable que seguro tendrá consecuencias inmediatas en nuestro trabajo», explican dos vigilantes de seguridad de la obra.