
La confianza del consumidor en la economía toca fondo
La bajada de 1,4 puntos del indicador en noviembre implica que tres de cada cuatro españoles son pesimistas
Actualizado: GuardarLa confianza de los consumidores está a punto de tocar suelo. El indicador que elabora el Instituto de Crédito Oficial (ICO) registró en el mes de noviembre un descenso de 1,4 puntos hasta situarse en 76,1 puntos. Esto quiere decir que apenas uno de cada cuatro consumidores tienen una visión optimista de la economía, frente al pesimismo de los tres restantes. El retroceso del pasado mes refleja un sensible empeoramiento de las expectativas -1,7 puntos-, frente a un menor deterioro de la percepción que las personas consultadas tienen de la situación actual, en este caso de 1,2 puntos.
La evolución refleja, sobre todo, la peor valoración que están haciendo los consumidores del mercado de trabajo, lo que no es de extrañar con los datos que se están conociendo en los últimos meses sobre la evolución del empleo.
El presidente del ICO, Aurelio Martínez, comentó que este último registro confirma el mantenimiento de la tendencia de meses precedentes. Frente a los resultados de otros países, los hogares españoles tienen una idea más positiva de la situación económica de sus propias cuentas domésticas, mientras empeora a pasos agigantados su apreciación del conjunto de la economía. Unos sentimientos que se reproducen cuando se les consulta sobre las expectativas a medio plazo.
Martínez consideró poco probable un empeoramiento de los indicadores en meses sucesivos. Destacó las respuestas registradas a una serie de preguntas adicionales. Una mayoría de los consultados considera que la inflación va a seguir bajando y, por primera vez desde que el inicio de la serie del ICO, los consumidores esperan que los tipos de interés bajen el próximo año. Pero los encuestados también han manifestado unas peores expectativas sobre sus posibilidades de ahorro y compra de bienes duraderos. En comparación con doce meses antes, las respuestas ponen de relieve que los consumidores dan por cierta una rebaja del precio del dinero y la relativa moderación de los precios. Perspectivas favorables que, no obstante, no les permitirán ni llevar dinero a la hucha ni realizar desembolsos de cierto calado a medio plazo.
La encuesta del ICO pone de manifiesto algunas diferencias por estratos de población. Por tramos de edad, el pesimismo parece más arraigado entre los consultados que cuentan de 46 a 64 años, lo que podría encontrar justificación en el conocimiento de las consecuencias que acarrearon crisis precedentes. También es cierto que el colectivo más joven expresa desconfianza sobre las expectativas de empleo, lo que se puede considerar lógico por ser el más directamente afectado por el deterioro del mercado de trabajo.
El indicador de confianza cae en el grupo de provincias con rentas equivalentes al promedio del Producto Interior Bruto, mientras en las que presentan un PIB por habitante más elevado mejoran ligeramente tanto la percepción del momento actual como las expectativas para el próximo semestre.