Es noticia:
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizCádiz
PROFESOR. El catedrático y Premio Nacional de Historia 2008 presenta su nuevo libro, un recorrido por la historia cultural de España. / LA VOZ
Cultura

«Uno de los problemas más graves de nuestro sistema educativo es la ideologización»

García de Cortázar presenta 'Breve historia de la cultura en España', una obra con la que rinde homenaje al país «del que nos debemos sentir orgullosos» «A los chicos hay que enseñarles a pensar por sí mismos y no inocularles unas ideas para que depositen el voto en una determinada urna», afirma el catedrático

TOMÁS GARCÍA YEBRA
Actualizado:

«Uno de los problemas más graves del sistema educativo en nuestro país es la ideologización», sostiene el historiador Fernando García de Cortázar (Bilbao, 1942), autor de Breve historia de la cultura en España (Planeta), una obra recién salida del horno que rinde homenaje a un país del que, asegura, «nos debemos sentir orgullosos». «A los chicos hay que enseñarles a pensar por sí mismos y no inocularles ideología con la perversa finalidad de que el día de mañana depositen el voto en una determinada urna», censuró. A juicio de este catedrático de la universidad de Deusto, cuyos lectores se cuentan por millares, se debería de hacer un gran pacto de Estado para que las bases educativas sean siempre sólidas y duraderas.

«El fracaso escolar tiene mucho que ver con la educación de los propios gobernantes; ya no surgen políticos de Estado que piensen en el país, lo que florecen son políticos que quieren ganar las siguientes elecciones». El historiador vasco argumenta que la incultura de la gente favorece a los gobernantes de pacotilla. «Los políticos inseguros y mediocres, los políticos de pocas miras y corto vuelo, desean ciudadanos incultos, pues cuanto más incultos más manipulables». Breve historia de la cultura en España está protagonizada por un ramillete de ciudades.

El historiador toma a Santiago de Compostela, Córdoba, Trujillo, Granada, Salamanca, Ávila, Zaragoza, Bilbao, Málaga, Santander, Cádiz, Gijón, Málaga o Valencia, entre otras urbes, como escenarios de un «mestizaje cultural» que ha engendrado «el derecho internacional de Francisco de Vitoria, el teatro de Calderón como cumbre del pensamiento teológico, la mística de San Juan de la Cruz, la racionalidad de Jovellanos, la expresiva mirada de Buñuel, el poderoso lenguaje de Unamuno o la modernidad de Picasso».

Complejos

García de Cortázar se lamenta de que arrastremos «ciertos complejos» debido a «una leyenda negra en buena medida inventada que ha creado en el país una injustificada mala conciencia». Piensa, en este aspecto, que deberíamos aprender de los ingleses. «A ellos siempre les importó un bledo lo que opinaran los demás, síntoma de la seguridad que tienen de sí mismos».

Premio Nacional de Historia 2008 por Historia de España desde el Arte, el presidente de la Fundación Vocento desea que esta nueva entrega -ha publicado más de 40 libros- ayude a reconciliarnos con el pasado, lo que no tiene nada que ver, en su opinión, con la llamada memoria histórica. «Intento demostrar que los vasos comunicantes han forjado la arquitectura cultural y social de nuestro país», dijo. «Cuando se ideologiza o se dogmatiza es cuando surgen propuestas cerriles que achatan al individuo y a la colectividad que pertenece».

La batalla de los crucifijos, la política idiomática de algunas comunidades autónomas, el levantamiento de fosas de víctimas de la represión- «quieren convertir a España en un inmenso tanatorio»- son problemas que García de Cortázar atajaría con el arma de la educación.

«Falta nivel en los alumnos, pero también falta nivel en lo más alto de la pirámide, en los políticos, que son quienes han de tomar las decisiones», reiteró el catedrático.

Explica el éxito de sus obras a «una amenidad» que ha conseguido a base de leer literatura. «La historia es una disciplina que no tiene por qué ser árida; hay que saberla contar como se cuenta una novela, con técnicas y recursos literarios, lo cual no ha de socavar ni el rigor ni la veracidad».

Una vez apela a la metodología a los historiadores ingleses, a quienes se les exigen dos cualidades: «Saber, y saber contarlo». De todas las ciudades que disecciona, Valencia es la que «más y mejor» mira hacia el futuro. «Aunque haya tensiones y dificultades, como en todas partes, creo que está compaginando bien su desarrollo económico con el cultural, su apuesta por el futuro con su respeto hacia el pasado; además está demostrando una visión integradora que a mí me parece favorable para el conjunto del país».