No eres un dios

ada vez que un general regresaba triunfante a la antigua Roma con una victoria importante para el Imperio, el Senado le concedía el Triunfo. Se trataba de un desfile a través de la ciudad donde se vitoreaba y agasajaba al general. Detrás de él, un esclavo que sostenía una corona de laurel, cada cierto tiempo, le decía al oído: «Recuerda que no eres un dios». Lo hacían para que su triunfo no se les subiera a la cabeza y recordarle quién era exactamente, un mortal. ¿Por qué les cuento todo esto? Porque es la sensación que tengo al oír las declaraciones de Viqueira y Mendoza. El tremendo arranque liguero que está realizando el Xerez no está pasando desapercibido para nadie. Los medios de comunicación de toda España informan del Deportivo. Se habla de «el Barcelona de Segunda», por el buen fútbol que despliega el equipo. Incluso se ha abierto el debate sobre si este Xerez despliega mejor fútbol que el de Schuster. Ante esta ilusión que vivimos, donde el conjunto es agasajado con vítores deportivos de todo tipo, los jugadores de mayor experiencia susurran al oído del xerecista consignas para que no se nos suba a la cabeza la situación actual del equipo. Primero Emilio, antes del partido contra el Elche, habló de que sentía demasiada euforia alrededor del equipo y a lo mejor eso era malo. Pero se remontó un partido en contra y luego se ganó. Ahora, Jesús Mendoza, sale a la palestra para advertir que siempre no se va a poder remontar y que aunque el equipo juegue bien, pueden pasar muchas cosas. En ambos casos habla la voz de la experiencia pero la ilusión existente entre los xerecistas, que no euforia, es imparable. Esta afición, después de tantos palos recibidos, ha aprendido a diferenciarlas, pero por si acaso ve al Xerez antes de tiempo en el Olimpo, recuerde: no somos dioses.