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LA PREOCUPACIÓN . La desembocadura del Guadalquivir acapara la próxima dotación de medios policiales y de vigilancia que llegarán a la provincia para contrarrestar el creciente tráfico de drogas. / ANTONIO VÁZQUEZ
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Interior amplía el Sive y aprueba el tercer grupo Greco para combatir el narcotráfico en Sanlúcar

El paquete de medidas incluye la presencia permanente de patrulleras en el río Guadalquivir El litoral tendrá nueve estaciones fijas, equipadas con cámaras y radares para detectar embarcaciones

SILVIA TUBIO
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Interior trabaja en un plan específico de seguridad para la Costa Noroeste. Algunos detalles ya se han ido conociendo en las últimas semanas, y en el departamento que dirige el también diputado por Cádiz, Alfredo Pérez Rubalcaba, ultiman lo que serán los tres grandes ejes que vendrán a reforzar la vigilancia en el entorno de la desembocadura del Guadalquivir para frenar la ofensiva de los narcos, que han hecho de este río, en el tramo que llega hasta la provincia de Sevilla, la ruta más explotada en los últimos meses para introducir los grandes cargamentos de hachís. Las promesas políticas han dejado paso a las decisiones, que se centran en tres ejes o frentes: eliminar las zonas de sombras que impiden el control por cámaras de la desembocadura; combatir la delincuencia organizada mediante efectivos policiales especializados y que trabajen constantemente en la zona y, por último, hacer una vigilancia 'visible' del río con una presencia mayor del Servicio Marítimo de la Guardia Civil. Éste último punto tiene como fin plantar cara a los traficantes, los cuales suelen desistir de entrar por el Guadalquivir cuando éste se encuentra bloqueado por alguna patrullera.

Estas actuaciones, que hasta ahora no habían pasado de la fase de estudio, ya están aprobadas y se pretenden implantar «lo más pronto posible», según fuentes consultadas por este periódico.

DONDE EL OJO NO LLEGA

Ampliación del Sive

La provincia de Cádiz fue pionera en el año 2002 en la implantación del Sistema Integral de Vigilancia Exterior (Sive) con la colocación de tres estaciones sensoras fijas en la zona de influencia del Estrecho. Los cambios de rutas que aplicaron los traficantes, abriendo nuevos caminos hacia Portugal y la costa oriental andaluza, obligó a ir ampliando este sistema. Ahora en Cádiz existen ocho estaciones sensoras fijas a lo largo de su litoral: cinco son controladas desde la Comandancia de Algeciras y otras tres desde el cuartel de la capital.

Estas estaciones, que a simple vista parecen torres de electricidad, están dotadas de rádar, cámara de infrarrojos y video y una antena de comunicación para detectar embarcaciones a varios kilómetros de distancia. Conforme los traficantes descubrían la capacidad de estos 'vigilantes' fueron cambiando de ruta hasta toparse con un agujero que el Sive tiene en la provincia y del que se han aprovechado en los últimos meses.

La forma natural de la desembocadura impide que la cámara más cercana, que está ubicada en el término de Rota, pueda divisar las lanchas que a gran velocidad logran colarse en el Guadalquivir. Fuentes consultadas por este medio confirmaron que se ha decidido ampliar el Sive con una nueva estación sensora fija -será la novena-. Esta instalación permanente irá ubicada muy cerca del río para evitar las sombras o zonas ciegas donde los radares actuales no llegan, sobre todo en las marismas.

Esta estación entraría en funcionamiento, como plazo máximo, a mediados del año que viene. Y está supeditada ya a trámites burocráticos como el concurso de adjudicación del proyecto. Además existe una estación móvil, operativa para la zona que controla la Comandancia de Cádiz -desde Barbate a los límites costeros con Huelva- que aunque en un principio se destinó a La Janda, se mueve en función de las necesidades. Y ahora la principal preocupación tiene un nombre: Sanlúcar.

INVESTIGACIONES PROFUNDAS

Tercer grupo Greco

Policía, Guardia Civil y Vigilancia Aduanera dibujaron sobre el papel, en informes solicitados por la Fiscalía, cuál es la situación actual del narcotráfico en la Costa Noroeste y, por ende, de la delincuencia asociada a este negocio. El pastel se lo reparten bandas organizadas, en las que participan extranjeros, con conexiones directas con las mafias que controlan el mercadeo de coca y hachís y quizás el hecho más novedoso: son cada vez más violentas y no dudan en recurrir a los ajustes de cuentas o los secuestros para dejar en la cuneta a sus rivales en el negocio.

Ante este panorama, los efectivos destinados en las comisarias y cuarteles de la zona no dan a basto y no pueden hacer frente a investigaciones policiales de más calado que vayan al núcleo de estas organizaciones. De ahí que Interior haya decidido crear el tercer grupo Greco contra el crimen organizado, que tendrá su base muy cerca de Sanlúcar, aunque fuera de esta localidad. Según fuentes policiales, ya hay un compromiso político municipal para ceder un local que sirva de cuartel para el futuro equipo.

CERRAR EL RÍO

Una base o más medios

Esta parte del plan tiene el diseño menos avanzado. El objetivo de Interior es aumentar la presencia del Servicio Marítimo de la Guardia Civil en el río. Saben a través de los agentes que trabajan a diario en Sanlúcar que cuando hay patrulleras navegando por la desembocadura, los narcos ni se atreven a entrar. Pero esa meta aún se bate entre dos hipotéticas medidas: ubicar una base permanente en Sanlúcar, como las que existen en Puntales y Algeciras; o aumentar la plantilla y el número de embarcaciones que dispone el Servicio Marítimo de la Comandancia de Cádiz, que cuenta en la actualidad con siete patrulleras, aunque una está desplazada a Mauritania. A día de hoy, la vigilancia del río la comparten los agentes de Cádiz con sus compañeros de unidad de Huelva.

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