Billete sin retorno
CALLE PORVERA Tener que irte de tu tierra es bastante duro, pero duele más que te prometan que algún día vas a volver y, de repente, se olviden de ti. Los testimonios de los jerezanos que viven en Mallorca desde hace ya bastantes años son un importante llamamiento al Gobierno de Pilar Sánchez, que fue quien adquirió el compromiso. Claro que, en los tiempos que corren, está el Ayuntamiento de Jerez como para buscar trabajo a estos emigrantes, a no ser que tire de su parte dentro del paquete de 8.000 millones de euros anunciados por el Gobierno de Zapatero.
Actualizado: GuardarPero, entonces, qué pensarían los de aquí: los más de 24.000 parados de una cifra que no para de engordar. A este ritmo, tendrían que mandar barcos con personas ansiosas de hallar trabajo en las islas, si no fuera porque allí la crisis azota con la misma fuerza que aquí. Sólo que en Jerez se une, y nunca mejor dicho, el hambre con las ganas de comer.
En su tiempo, los barqueños demostraron que en vez de protestar, es mejor emigrar, algo que había escuchado de los gallegos (esos españoles conocidos por su tenacidad) y que bien podría aplicarse aquí. Muchos ya tienen su vida hecha en las islas, donde han conocido a su marido/mujer, han dado a luz a su hijo/a y han encontrado empleo, la mayor parte de ellos en el sector de la hostelería.
«Aunque en Jerez se vive muy bien, se es de donde puede trabajar». Así se expresa uno de los condenados a este exilio, del que todavía no han vuelto a pesar de las promesas de la alcaldesa. Una verdad grande como un templo; gigante como el paro.