Menos precio, más salida
Los galeristas tienen claro que vender una obra de 20.000 euros a un cliente que entre en su establecimiento corresponde a un tiempo pasado, que en este caso sí que fue mejor. Para luchar contra la tormenta en los bolsillos de sus compradores, muchos plantean ofrecer formatos más adecuados a la que está cayendo. No se trata, por tanto, de una rebaja en las obras, sino de vender género más asequible. «Una buena manera de intentar compensar la falta de clientes es ofrecer obra gráfica», dice Rafael Benot. Es el momento de los grabados o las fotografías, piezas de calidad con un coste para el comprador a partir de los 50 euros.
Actualizado:Otra de las estrategias para hacer menos roja la cuenta de resultados de los espacios del arte es «alargar las exposiciones», como dice Ángel Parejo. Con un costo parecido de infraestructura, las muestras pasan más tiempo en las paredes. De momento, la exposición colectiva que ofrece en la galería gades de Chiclana estará en agenda dos meses, en lugar de uno. Parejo apuesta demás por hacer apuestas con menos artistas bajo un mismo título.
Por su parte, Jack Neilson -Neilson Gallery, Grazalema- apuesta por mover más las exposiciones. Hacerlas viajar. Su muestra Viaje a ninguna parte, que fue una de las propuestas centrales en torno al Festival Alcances de Cádiz, pasará además por Ronda y Málaga y es posible que suscriba un acuerdo con Camper para que la obra de 60 artistas siga su camino en busca de clientes.