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RECONOCIMIENTO. Messi se despide de Palop. / REUTERS
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Primer golpe de autoridad a la Liga

El Barcelona sella la victoria en Sevilla gracias a los goles de Eto'o y Messi y a un juego que vuelve a deslumbrar

SERGI OLEGO
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El Barça salió reforzado, y de qué manera, de su primer gran partido de la Liga tras imponerse en el feudo del Sevilla gracias a los tantos de Samuel Eto'o y Leo Messi. Tras una primera parte más igualada, los azulgrana dominaron a placer durante la segunda mitad para llevarse un triunfo que les consolida en la cabeza de la tabla.

Un partido que se inició con planteamientos contrarios. El Sevilla pensando más en destruir -Maresca perseguía a Xavi-, que en atacar. El Barça iba a por la victoria con su habitual apuesta por el fútbol ofensivo con Alves de carrilero y Messi desplazado al centro.

Esa ambición azulgrana permitía ver a Alves como medio punta y a Márquez incorporándose como extremo izquierdo. Aunque el buen entramado del Sevilla evitaba que el dominio visitante percutiera ante Palop, el Barça apostaba de forma descarada por el triunfo.

Esa ambición la materializó gracias a la contundencia de un Samuel Eto'o que recogía un rebote en la frontal del área para clavarle a Palop un imparable zapatazo con el empeine de su bota derecha. La ventaja recogía el mayor descaro azulgrana. El Barça, salvo un rebote en Touré que Luis Fabiano malogró ante Valdés, aculó al Sevilla. Eto'o y Henry le daban nuevo trabajo a Palop. A ese dominio le faltaba una mayor aparición de un Messi encerrado por la presión hispalense.

Messi dicta sentencia

El Sevilla tardó media hora en mostrar sus cualidades ofensivas con su habitual juego directo. Una pugna entre Piqué y Kanouté resuelta por Undiano con mano del delantero de Malí calentó los ánimos locales. El Sevilla apretó los dientes merodeando el empate. Un despiste de Piqué plantó en la soledad a un Kanouté que lanzó su remate al larguero de Valdés. El Barça necesitaba el descanso para sacarse de encima la presión local.

El entreacto apagó al Sevilla. El Barça, con Eto'o de extremo y Messi de falso ariete, recuperó el balón de forma abusiva. Palop evitaba un peligroso centro de Henry y un envenenado lanzamiento de falta de Alves. Manolo Jiménez reaccionaba con las entradas de Capel y Romaric. Ningún cambio. Valdés seguía inédito

El Barça tapaba las tenues intentonas locales mientras Guardiola se desgañitaba para que Messi aprovechase la evidente flojera defensiva de Mosquera. No hizo falta que el argentino atacase al colombiano. Mientras el Sevilla evidenciaba una inexplicable falta de ambición, el mayor crack azulgrana recogía un sorprendente pase en profundidad con la cabeza de Xavi para en dos toques clavarle el tanto a Palop.

Messi materializaba el brutal dominio azulgrana. El Sevilla no se había acercado a un Valdés que vivió plácidamente. Una actitud inexplicable adornada por el enésimo acto de desmedida agresividad de un Luis Fabiano expulsado por agredir con un par de manotazos sin sentido a Busquets. Al cuadro andaluz todavía le tocó vivir otro momento agridulce cuando Messi marcó el tercero.