Con dos golazos, Forlán ha sentenciado el partido en el Claderón. /Efe
13ª jornada de liga

La pegada del Atlético se impone al fútbol del Racing

El tridente Simao-Agüero-Forlán y la expulsión de César Navas marcan la diferencia en el Calderón

| MADRID Actualizado: Guardar
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Demasiado premio para un rácano Atlético y excesivo castigo para un osado Racing. Pero el fútbol son goles y Simao, Kun, quien recuperó el olfato después de cuatro jornadas, y sobre todo Forlán tienen dinamita mientras que los montañeses emplean balas de fogueo. Eso, y la tremenda entrada de César Navas a Assunçao que le costó la expulsión con una hora por delante, marcaron un duelo polémico que sirvió a los de Aguirre, discutido por la grada durante buena parte de la segunda mitad, para acercarse un poco a la zona 'Champions'.

El Racing jugó como un valiente. Sabe que el Atlético es bueno arriba y sufre atrás, y se fue a presionarle con descaro la salida del balón. Tanto que en muchos minutos pareció que el choque se jugaba en El Sardinero. Los cántabros dominaban y los madrileños eran incapaces de dar tres pases seguidos. Enseguida llegó un error de la zaga, una pierna suelta dejada sin disimulo por Heitinga y el derribo a Tchité. Penalti claro que, si Medina hubiese sido más riguroso, podría haber supuesto la expulsión del holandés por ocasión manifiesta. El propio delantero de Burundi con pasaporte belga, una amenaza constante para los locales, lo transformó con la ayuda de Leo Franco.

Pudo haberse complicado todavía más la noche para el Atlético si el árbitro hubiera visto un empujón innecesario de Heitinga a Serrano a la hora de ganar la posición. Si pita penalti, nadie puede reprocharle nada. Definitivamente, el internacional 'tulipán' es un buen futbolista pero con un déficit peligroso: no sabe medirse en el área. Los de Muñiz eran dueños y señores del partido, pero el problema de presionar tan arriba reside en que si se supera esa dificultad, aunque sea mediante un pelotazo, te crean problemas. Y más si en el rival dispone de un tridente ofensivo extraordinario por calidad, destreza y pegada. Casi de la nada, entre ellos se fabricaron el empate. Un centro del argentino, una dejada de cabeza del uruguayo y un control y disparo a bote pronto del portugués magníficos.

Jugar con fuego

El juego se equilibró y el central César Navas cometió dos errores de bulto en uno. Primero porque pudo dejar cojo a Assunçao con una brutal entrada por detrás y después porque dejó en inferioridad a sus compañeros durante una hora. Cuando trataban de ordenarse, Forlán encontró al Kun y éste la clavó de tiro raso.

Como es habitual cuando toma ventaja, y los precedentes más próximos están en Soria y en la segunda parte ante el PSV, el Atlético jugó con fuego en la reanudación. Racaneó, impuso un ritmo lento, se olvidó del balón y dejó hacer a un Racing que se hizo acreedor al empate ante el enojo del público.

El juez de la contienda provocó también cierto nerviosismo al pitar un penalti por supuesto derribo de Munitis a Maxi y echarse atrás a instancias del linier. La jugada es dudosa, probablemente no hay nada, pero habrá que preguntarse qué tiene que cambiar el colegiado si en teoría lo vio claro. En el ataque contrario, el asistente indicó un 'off side' inexistente de Pereira, que se quedaba solo. A continuación, compensación en otra acción similar en la que sale perjudicado Maxi. Y entre errores y errores llegó una falta no pitada de Assunçao a Lacen que acabó con un robo y un disparo tremendo de Forlán que acabó con la emoción. Todavía hubo tiempo para que Medina obviase un manotazo de Heitinga a Pereira, n