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SOCIOS. Román llegó a la alcaldía gracias al apoyo de PSA e IU. / LA VOZ
Chiclana

Otro alcalde, pocos cambios

La formación del nuevo gobierno, lejos de acabar con la crispación política, trae consigo duros enfrentamientos y el PP no está dispuesto a suavizar su oposición

JESÚS M. ARAGÓN
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Ayer se cumplía una semana de la llegada del socialista José María Román a la alcaldía de Chiclana por segunda vez en la historia. Su nuevo Gobierno, que se dio a conocer el pasado lunes, está aterrizando todavía en sus responsabilidades y delegaciones, pero ya se intuye que apenas traerá savia nueva a la Administración local.

La primera característica es que el bloque socialista, pese a la redistribución de los nombres en los cargos, sigue siendo el mismo. Román no ha aprovechado la ocasión para dejar correr la lista electoral, ha reforzado en puestos claves de su equipo a su gente de confianza, como María Jesús Castañeda, Manuela Moreno, José Luis Ruiz Piñero o Cándida Verdier, y no se ha desprendido (sí castigado en cierta forma) de los ediles marcados por las acusaciones del PP -fundamentalmente a Joaquín Muriano, ex-responsable de Urbanismo, que ahora pasa a Educación y Juventud, y a Sebastián Verdugo, que cambia Vías y Obras por Tráfico y Policía-.

Esta circunstancia ha sido muy criticada por la oposición, encabezada por los ocho ediles del PP. El que fuera hasta hace unos días alcalde de Chiclana, Ernesto Marín, ha terminado su mandato sin haber tomado ninguna decisión comprometedora, mantiene su imagen de talante y diálogo, y se postula como seria alternativa para 2011 si el PP hace los deberes en este tiempo.

El último Pleno ordinario celebrado el jueves pasado fue el máximo exponente de la virulenta batalla política que se libra en esta legislatura. El nuevo Gobierno local y la oposición se tiran los trastos a la cabeza y, de momento, de gestión, poco o nada. Las dos socias de gobierno del PSOE, María Ángeles Polanco (PSA) y Nadine Fernández (IU), mantienen a las mismas personas de confianza que tenían en su anterior etapa dentro del cuatripartito.

Y Román tampoco arriesga. El regidor ha decidido recuperar a algunos de sus hombres fuertes en diferentes departamentos municipales, que pasan por la incorporación de Luis López Almagro como gerente de Emsisa (ya fue máximo responsable de Chiclana Natural), o de Isabel Fuentes (diputada del PSOE en el Congreso en la anterior legislatura) como secretaria. No hay sorpresas, salvo el mantener a la gerente de Urbanismo, Arantxa Montero, nombrada por Marín.

Todo ello enmarcado en una situación política convulsa, que aleja cada vez más a la ciudadanía de la clase política local. El ejemplo más evidente de cómo está el patio ha sido el enfrentamiento protagonizado hace unos días por el artista local, vinculado al PSOE y que incluso compuso su himno electoral para las municipales de 2007, Antonio Alemania, con el ex-edil de Urbanismo y ex-concejal de IU, José Pedro Butrón.

Mano izquierda

Este altercado, en el que ambos se increparon, ha sido muy comentado en los mentideros políticos y escenifica la crispación reinante en una ciudad monocolor durante muchos años. El PP asegura que realizará «una oposición dura, continuada y muy crítica con el Gobierno». El partido que hace unos días ha pasado del Gobierno a la oposición se siente «legitimado a hacer todo tipo de ruindades, como hicieron con nosotros», según aseguró su presidente local. Al PSOE, acostumbrado a la mayoría absoluta, le toca gobernar ahora con talante y mano izquierda. Muchos creen que ni José María Román ni los compañeros de viaje que ha elegido como socios serán capaces de hacerlo.

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