Los españoles sorprendidos por los atentados de Bombay están a salvo

Con la liberación de los dos empresarios atrapados en el hotel Oberoi Trident, el regreso de 56 españoles a Madrid desde Bombay y el traslado de otros 25 en el avión fletado por el Gobierno francés concluyó la tragedia que todos ellos vivieron en la ciudad india desde el pasado miércoles, cuando se vieron sorprendidos por el ataque terrorista múltiple.

«Todos los ciudadanos españoles (en Bombay) están a salvo», informó la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. Apenas unas horas antes, habían sido rescatados por la Guardia Nacional india Álvaro Rengifo, director de Construcción Internacional de Isolux. Corsán y Alejandro de La Joya, consejero delegado de Ferrovial-Agromán, que estuvieron atrapados casi 44 horas en la habitación 1438 del hotel Oberoi, ocupado por los terroristas.

«Ha sido una cosa horrorosa», confesó Rengifo cuando logró abandonar el edificio y poco después de haber recibido las llamadas del presidente del Gobierno y el ministro de Exteriores. Los dos empresarios se refugiaron en la habitación de La Joya cuando se produjo el asalto y permanecieron juntos durante casi dos días, alimentándose con chocolate y agua del minibar del hotel, turnándose para dormir, con la puerta bloqueada y temiendo la entrada de los terroristas en cualquier momento.

Los teléfonos móviles les mantuvieron en contacto con el exterior e informados de los acontecimientos que se sucedían en la ciudad. No obstante, Rengifo declaró que ambos se sentían «afortunados» por haber podido salir ilesos. Además, elogió la complicada actuación de las fuerzas de seguridad de la India para su liberación y explicó que vio algunas habitaciones destruidas cuando los agentes les llevaron sanos y salvos hasta la calle. Posteriormente, los dos empresarios se dirigieron a la sede del consulado español y regresaron a Madrid en un vuelo privado fletado por sus empresas.

Sin víctimas mortales

La vicepresidenta del Gobierno explicó que los diplomáticos se esforzaron por repatriar a todos los ciudadanos españoles con rapidez y recordó que «afortunadamente, no hemos tenido que lamentar víctimas» mortales. Sin embargo, permanece en Bombay el matrimonio catalán herido que deberá continuar en el hospital hasta que mejore el estado de salud del esposo, Rafael Deaux, que se recupera en la UCI de un neumotórax y una fractura de fémur tras haber sido intervenido. Su esposa, Rosa Romero, también está hospitalizada pero sólo sufre heridas leves de metralla. La Asociación Catalana de Víctimas de Organizaciones Terroristas (ACVOT) anunció que prestará su apoyo a la pareja como antes lo hiciera con los afectados por los atentados de Londres, Egipto y Yemen.

A las 15.45 horas de ayer aterrizó en la base de Torrejón de Ardoz el Airbus 310 de las Fuerza Aérea Española enviado a la India por el Gobierno. En la aeronave viajaron los primeros 56 españoles que pudieron dejar atrás el horror de los atentados. En la pista les aguardaban sus familiares, el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre. Ésta se abrazó a los diez miembros de la delegación que la acompañaban en su viaje oficial a la India y que no pudieron huir el miércoles como ella.

A primera hora de la noche de ayer, estaba previsto que los siete diputados y diez funcionarios que integraban la delegación del Europarlamento regresaran con otros ciudadanos comunitarios en el avión enviado por el Gobierno francés. En ese vuelo, que deberá aterrizar a las siete de la mañana de hoy en París, también serán repatriados los últimos 26 españoles que todavía permanecían en Bombay. El Gobierno enviará a la capital francesa otra aeronave de las Fuerzas Armadas para recoger a estos ciudadanos, a los que se espera en Madrid dos horas después. Será entonces cuando, a la espera de que puedan volar a Barcelona los dos heridos, se podrá dar por concluida la operación de repatriación organizada por el Gobierno.