«La pelea no debería haber ocurrido ni por su parte ni por la mía»

El padre del jugador de fútbol que se enzarzó en una trifulca con un árbitro tras un partido afirma estar arrepentido, aunque recuerda que él sólo trató de defenderse.

En la pelea, ambos ?padre y árbitro? acabaron heridos, aunque el segundo de ellos resultó más perjudicado, al caer con convulsiones al suelo durante la trifulca, teniendo que ser llevado de urgencias al hospital Puerta de Mar.

Hoy, el padre ?que ejercía de delegado accidental del equipo Deportes Romero durante el partido? se mostraba a este periódico arrepentido de lo ocurrido, y reconocía que "una situación como ésta no debía haber ocurrido ni por su parte ni por la mía". Rechaza, sin embargo, que fuera él quien provocó la trifulca en los vestuarios, tras el partido: "Fui al vestuario a recoger mi DNI, porque tenía prisa", pero afirma que el joven árbitro, José Manuel Franco, se lo intentó quitar "a la fuerza". Compañeros del joven Franco, como el colegiado Benjamín Rodríguez, afirman en contra de esto que fue el padre quien "se lio a golpes con él".

Sea como fuere, ambos se enzarzaron en una pelea brutal, en el que ambos resultaron heridos con politraumatismo y varias magulladuras, que les ha obligado a llevar collarín. Si bien, el árbitro cayó al suelo con convulsiones que obligaron a los presentes a asistirle para que no se tragara la lengua.

El padre del jugador, por su parte, también tuvo que ser atendido en el Puerta del Mar por las heridas, después de declarar ante la Policía Nacional e interponer una denuncia contra el árbitro.

Aunque insiste en que no fue él quien empezó la pelea, y que sólo se defendió, afirma que prefiere "pasar página" y que sea la justicia quien se pronuncie.