Opositores tailandeses trasladan a una de las heridas. /Efe
crisis política en tailandia

Más de 50 opositores heridos, cuatro de ellos graves, al estallar una granada en una concentración en Bangkok

Los manifestantes podrían dejarlos antes del cumpleaños del Rey tailandés, el 5 de diciembre, pero exige un interlocutor de altos vuelos para la negociación

BANGKOK Actualizado: Guardar
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Continúa la tensión en Tailandia. Son ya 50 los manifestantes heridos, cuatro de ellos se encuentran graves, según las últimas estimaciones, por el impacto de una granada cerca de la sede de Gobierno en Bangkok, en lo que es la última escalada de violencia registrada en el país asiático

La granada impactó cerca de las oficinas del primer ministro, ocupadas desde el pasado mes de agosto por la Alianza Popular para la Democracia. Todos los heridos están siendo ya atendidos por efectivos médicos. El primer ministro tailandés, Somchai Wongsawat, decretó el jueves el estado de emergencia en los dos aeropuertos de Bangkok que han sido tomados en un intento de "restablecer la paz y el orden".

Asimismo, para acallar los rumores sobre un golpe de estado inminente, Somchai negó que vaya a destituir al jefe del Ejército, el general Anupong Paochinda, que ayer pidió la renuncia del Gobierno y la convocatoria de elecciones anticipadas, y ordenó a las tropas que permanezcan en sus cuarteles.

Negociación y conversaciones

Respecto a la posibilidad de iniciar unas negociaciones con las autoridades, el líder de la Alianza Popular por la Democracia (PAD) y general retirado Chamlong Srimuang ha advertido de que sólo hablarían con personalidades "directamente implicadas en esta situación", como el primer ministro, Somchai Wongsawat. Después de que 2.000 personas armadas con barras o palos de golf, ente otros objetos, expulsasen a 150 policías armados de un puesto de control, Chamlong ha señalado ante los miles de manifestantes que mantendrán las protestas, aunque éstas previsiblemente concluirán antes del esperado cumpleaños del Rey, Bhumibol Adulyadej, el 5 de diciembre.

La Policía tailandesa estrecha de todos modos el cerco sobre los manifestantes, con algunos altercados menores que no han llegado a hacer estallar la violencia.Chamlong, asimismo ex gobernador de Bangkok, ha expresado tal disposición para hablar con el primer ministro del país, Somchai Wongsawat -cuya dimisión pide-, pero no en la ciudad de Chiang Mai porque está muy lejos, apuntó. Y el gobernante trasladó allí la sede gubernamental este jueves, es decir a unos 600 kilómetros al norte de Bangkok, ante los incidentes.

100.000 pasajeros afectados

La PAD controla el palacio de Gobierno desde el 26 de agosto, y los dos aeropuertos desde mediados de semana. Ante esto último, el primer ministro decretó en ambos el estado de excepción, que autoriza el empleo de la fuerza para desalojar a los manifestantes de los aeropuertos, pese a la oposición del jefe del Ejército, general Anupong Paochinda.

Chamlong ha instado a los seguidores de la oposición a no seguir acudiendo en masa hasta el aeropuerto, en previsión de que la Policía pueda cercarles e impedirles la salida. "Demasiada gente no ayudará aquí si la Policía nos encierra. Si te encuentras de camino, por favor, acude a la sede del Gobierno", ha afirmado el líder opositor, en alusión al punto en que meses atrás comenzaron las protestas públicas.

Tailandia atraviesa una profunda crisis políticas desde las elecciones del año pasado, que ganaron los mismos políticos que los militares expulsaron del poder por corruptos en una asonada en 2006. En un mensaje televisado difundido en la noche de ayer por el primer ministro, Somchai ha pedido al PAD la retirada de las barricadas instaladas en los dos aeropuertos, que no sólo han provocado la suspensión de los vuelos y afectado a unos 100.000 pasajeros, sino que, a su juicio, amenazan con dañar la economía del país.