Las reivindicaciones inundaron el Salón de Plenos
Cuatro colectivos diferentes desplegaron pancartas durante la sesión plenaria, en una protesta pacífica aunque no exenta de polémica
Actualizado: GuardarEl Gobierno municipal no se salió con la suya y, a pesar de que cambió de escenario para evitar que el conflicto le salpicara, finalmente cuatro colectivos diferentes se introdujeron en el Salón Plenario y desplegaron pancartas en protesta contra su gestión. Lo primero que la corporación tuvo que afrontar fue el enfado generalizado de la oposición, por tener que celebrar el Pleno en un recinto frío e incómodo, sin olvidar el malestar que produjo el hecho de que los concejales no fueran avisados del traslado previamente, como criticó el popular Bernardo Villar.
A pesar de que el portavoz del Gobierno, Casto Sánchez, se afanó en explicar que el cambio correspondía a los intereses de todos los presentes, para que se «oyeran mejor sus voces» sin ser interrumpidos por protestas externas, sus argumentos no causaron efecto entre los asistentes. La primera de las protestas la protagonizaron miembros de Unión Rural, que reclamaron con pancartas mayor atención para las barriadas rurales, y estuvieron acompañados de la federación de asociaciones de vecinos Solidaridad, que hizo lo propio exigiendo una subvención que nunca termina de llegar.
Los trabajadores de la empresa Minuplas también se dejaron ver en Cabildo antiguo y reclamaron por escrito que el Consistorio busque soluciones ante el posible cierre de la firma. El Pleno, en este sentido, aprobó una propuesta para evitar que se llegue a la temida solución con la elaboración de un plan de viabilidad que también ofrezca alternativas a los empleados. Pero sin duda alguna la reivindicación más esperada fue la del sindicato CGT, que con pancartas en mano mostró su rechazo nuevamente al convenio municipal.
Una plaza sitiada
A pesar de que la Subdelegación del Gobierno en Cádiz no otorgó a la formación sindical el permiso necesario para manifestarse a las puertas del Ayuntamiento, coincidiendo con el desarrollo del Pleno, el temor de que la protesta se materializara fue lo que llevó al Gobierno municipal a trasladar la celebración del mismo.
La ubicación del Cabildo antiguo, de hecho, facilitó el que se desplegara un dispositivo adicional de vigilancia y control de entrada al recinto, de tal forma que la parte de la plaza de La Asunción que da a las dependencias públicas se encontraba totalmente vallada y custodiada por varios agentes de la Policía Local.