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El Premio Cervantes 2008 premia el realismo y rigor ético del barcelonés Juan Marsé
Tras muchos años entre los favoritos, ha ganado "por su decidida vocación por la escritura y por su capacidad para reflejar la España de la posguerra"
MADRID Actualizado: GuardarEl escritor barcelonés Juan Marsé, de 75 años, ha ganado hoy el Premio Cervantes 2008, el más importante de las letras hispanas y que concede el ministerio de Cultura en reconocimiento al conjunto de la obra de un escritor. Los escritores españoles Ana María Matute, José Manuel Caballero Bonald, Francisco Nieva y Javier Marías, y el uruguayo Mario Benedetti figuraban entre los candidatos al galardón, dotado con 125.000 euros, 35.000 más que en ediciones anteriores.
Tras muchos años en los que su nombre siempre quedaba como finalista, Marsé ha ganado "por su decidida vocación por la escritura y por su capacidad para reflejar la España de la posguerra". Ésas son algunas de las razones que ha manifestado el presidente del jurado, José Manuel Blecua, en la rueda de prensa en la que el ministro de Cultura, César Antonio Molina, ha hecho público el fallo.
Molina ha dicho que había intentado ponerse en contacto con el ganador, pero tuvo que darle la noticia a su mujer porque Marsé se había ido al médico. Como Marsé ha sido candidato tantos años, el ministro ha dejado claro que el Cervantes no se le ha concedido "para saldar ninguna deuda". Este premio se le da "para agradecer la labor continuada de años" y para reconocer una gran obra literaria, que a los de mi generación nos ha acompañado durante años".
"La salud es lo primero"
Casi dos horas después del fallo, Marsé ha conocido por fin la noticia. Un grupo de periodistas montaban guardia en el portal de su casa, mientras otros más privilegiados casi auxiliaban a su mujer y a su hija Berta en la dura tarea de atender a los medios y a los políticos que llamaban. La mujer del escritor intentaba explicar que no podía facilitar ningún teléfono de contacto, porque "aquí somos antimóvil".
Ya sentado en una de las butacas de su salón, al hilo del comentario de su mujer, "podías haber ido al médico otro día", Marsé ha contestado con rapidez: "La salud es lo primero. Me acabo de enterar". Con más calma, pero sin haber tenido tiempo para asimilarlo, ha confesado que "naturalmente, estoy muy contento, después de que he sido finalista durante dos o tres años, así que (ganar el Cervantes me ha parecido) muy bien".
"Me lo esperaba y no, porque este año entre los finalistas estaban escritores que me merecen mucho respeto y a los que admiro", ha reconocido. Marsé no se considera un escritor reacio a los premios, pero aclara que no trabaja para los premios, puesto que opina que "el premio está en la escritura".
El encuentro entre escritor y periodistas ya no ha dado para más, pues su editor lo ha "secuestrado" en un taxi para que la gran fiesta literaria de la jornada prosiguiera en la sede de su casa editora, Random House Mondadori.
Norma no escrita de alternancia
Los libros de Marsé, que ya ha obtenido galardones como el Premio Juan Rulfo, están impregnados del rigor ético y la exigencia de las que nunca ha abdicado este escritor realista, uno de los miembros más jóvenes de la generación de los 50 y posiblemente el novelista del que más relatos se han llevado al cine.
Dado que el poeta argentino Juan Gelman ganó en 2007 este premio, el más importante de cuantos se conceden en los países hispanohablantes, este año el galardón debía recaer en un escritor español, si se cumplía esa ley no escrita que reparte el Cervantes alternativamente entre Hispanoamérica y España. Pero esa tradición se ha roto más de una vez desde que el Cervantes fue instituido en 1975 por el Ministerio de Cultura para rendir anualmente testimonio de admiración a un escritor que, con el conjunto de su obra, haya contribuido a enriquecer el legado literario hispánico.
Gelman, miembro del jurado, ha señalado con su habitual ironía que el Cervantes no saldará ninguna deuda, "pero sí le permite saldarlas al escritor que lo gana". Marsé, ha proseguido el poeta argentino, "es un gran escritor que ha marcado a varias generaciones".
El escritor barcelonés Juan Goytisolo era este año uno de los favoritos para este premio, denominado coloquialmente el 'Nobel de las letras españolas', pero el pasado lunes ganó el Nacional de las Letras en reconocimiento a toda su carrera, y eso le restaba bastantes posibilidades. Su hermano Luis, novelista de gran prestigio, era otro de los candidatos al Cervantes 2008.
Elección de los candidatos
Los candidatos pueden ser propuestos por los anteriores premiados, por instituciones vinculadas a la lengua castellana y por las Academias de la Lengua. La Real Academia Española apostaba este año por Juan Marsé, Carlos Bousoño y Javier Marías. Al final, ha acertado con el primero.
Escritores como el español Enrique Vila-Matas, los mexicanos José Emilio Pacheco y Fernando del Paso, el peruano Alfredo Bryce Echenique, el argentino Ricardo Piglia y el nicaragüense Sergio Ramírez figuraban también en las quinielas previas al Cervantes.
El Cervantes de este año es el primero que se otorga tras los cambios introducidos por el Ministerio de Cultura en la composición del jurado, para dar más presencia al mundo de las letras y de la cultura en general y menos a las instituciones dependientes del Gobierno.
La composición del jurado del Cervantes, de once miembros en esta edición, se mantiene siempre en secreto hasta el día del fallo. Este año formaban parte de él los dos últimos ganadores -el ya citado Gelman y el poeta Antonio Gamoneda-, Manuel Longares, Ignacio Amestoy y Ángel Gabilondo, con José Manuel Blecua como presidente.