Barack Obama apuesta por contener el gasto para afrontar la crisis económica

Dos nuevos nombramientos en su gabinete sirvieron de excusa ayer al nuevo presidente de Estados Unidos para anunciar su determinación de contener el gasto y pasar la cuchilla a los presupuestos del Estado. Ésa es la misión de Peter Orszag, nuevo director de la Oficina de Gestión y Presupuestos, y su adjunto Robert Nabors. «En estos tiempos críticos, cuando encaramos un crecimiento del déficit y una economía en recesión, la reforma del presupuesto no es una opción, sino un imperativo», advirtió Obama. «No podemos mantener un sistema que sangra miles de millones de dólares a los contribuyentes en programas caducos o que sólo existen por el poder de un político, de un lobby o de un grupo de interés».

Así que el nuevo presidente electo se ha propuesto limpiar los presupuestos de polvo y paja «página por página, línea por línea». Como ejemplo puso los subsidios que se han llevado agricultores «millonarios» en los últimos años, algo que no caerá bien en estados rurales como Iowa, que esta vez votaron por él. Lo que Obama desea es generar confianza entre los ciudadanos de que hay al frente «un nuevo estilo de hacer negocios» basado en las necesidades del país. Como parte de ese nuevo estilo se comprometió a reconocer los errores cuando su gobierno se equivoque, trabajar con la oposición para ganarse a los 58 millones de ciudadanos que votaron por John McCain, y estar listos para gobernar desde el primer día.

Al borde del precipicio

Desde su elección, Obama ha tratado de mantenerse a la sombra para no opacar al actual presidente hasta que llegue su turno de gobernar el 20 de enero, pero los últimos acontecimientos económicos demuestran que el país está al borde del precipicio y necesita el liderazgo de su nuevo capitán.

Eso explica que desde que la bolsa cayese el viernes por debajo de la marca moral de los 8.000 puntos, Obama haya dado dos conferencias de prensa, en las que ha acelerado la presentación de su equipo económico. Y aún planea otra hoy. Le quedan en la recámara cuatro nombramientos importantes: el secretario de Trabajo, el de Economía, el de Comercio y el de Sanidad.