La venta rápida del stock de productos de la temporada anterior es una necesidad. / FRANCIS JIMÉNEZ
Ciudadanos

De 'rebajas' en plena temporada alta

El comercio recurre en 2008 a descuentos más agresivos que otros años por el parón del consumo La Federación de los pequeños negocios advierte que es ilegal poner a la venta productos rebajados

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Algo menos de un mes. A pesar de que faltan unas pocas semanas para que comiencen a sonar los villancicos y la Navidad decrete el estado de felicidad (se supone que eso es lo que hace) permanente en las ciudades gaditanas, ya proliferan locales, grandes almacenes o pequeños comercios que no sólo se adelantan a los acontecimientos navideños, sino que incluso ya actúan como si hubieran pasado.

La ley les impide utilizar la palabra rebaja en sus escaparates (eso no será posible hasta el 7 de enero), pero el castellano les reserva una decena de términos que más o menos dan la misma idea: descuento, oferta, precio justo, liquidación... Y los escaparates de las provincias están repletos de ellos durante estos últimos días de noviembre. Desde el centro de Cádiz a Bahía Sur. Los carteles son en ocasiones más discretos. Tras los escaparates, sin embargo, espera la ganga.

Es más o menos común: en los primeros pasos de la temporada alta (que cogerá velocidad a partir del puente de la Constitución) muchos establecimientos intentan deshacerse de productos bajando los precios ligeramente y así ir activando el consumo. La diferencia con otros años es, en efecto, el frenazo económico. Este noviembre, los descuentos se han vuelto más agresivos y donde antes se recortaba un 10% o un 15% ahora aparecen el 20%, el 30%... Y hay lugares donde se ofrece el 50% o el dos por uno.

No se salva nadie. Desde las grandes franquicias hasta el pequeño comercio familiar ha de entrar en una dura pugna por la atracción del cliente, la venta y la salida del producto en stock. «Es una pena y es ilegal», advierte José Luis Ferrer, secretario general de la Federación Provincial del Pequeño Comercio, que recuerda que «no tiene sentido ponerse a ofrecer descuentos justo cuando empieza la parte más importante del año».

Ante la Junta

De paso, desde Fedeco se apunta que la patronal andaluza ya ha denunciado en varias ocasiones a diversas empresas «por adelantarse a las rebajas y camuflarlas con ofertas que no se corresponden con el periodo que toca». Ferrer señala que «lo que tiene que hacer el comercio es intentar salir adelante en estos momentos difíciles y no entrar en esta espiral». La asociación de las pequeñas tiendas apunta a las grandes marcas como iniciadoras de «una carrera que a veces nos afecta a todos». Afecta, sobre todo, en momentos complicados como los actuales, «que quizás no sean tan malos como se está diciendo y que incluso nos pueden dar un respiro circunstancias como el descenso del Euríbor o la bajada de la inflación en los alimentos y en la cesta de la compra».

Optimismo, pues, desde el portavoz más oficial de los comerciantes. Mientras tanto, a pie de calle menudean las ofertas especiales del mes o saldos en determinados días de la semana.

«Este tipo de ofertas no están estudiadas ni reguladas por nadie y, por lo tanto, no están prohibidas», reconoce Jesús Yesa, secretario general de la organización de consumidores Facua. El colectivo puntualiza igualmente que hay que tener cuidado con los reclamos en las ofertas: mucha atención a la palabra hasta, puesto que sólo unos pocos productos pueden esconder un descuento real. Además, al no ser oficialmente un periodo de rebajas, no hay derechos de los consumidores hacia sus compras en ofertas específicas.

Con calma

«Se está sobredimensionando la situación; en general la gente tiene dinero ya que se sigue saliendo y gastando igual, donde afecta en realidad es a las hipotecas», argumenta el encargado de Solves, un establecimiento de decoración del centro de Cádiz. Las ventas han caído, eso sí. Aunque no porque 2008 sea diferente: «Desde el año 2002 venimos notando que se compra menos, por lo que tenemos que poner muchos productos con un importante descuento», agrega.

Por otro lado, «hay días en los que no hemos llegado al mínimo, hay que prestarle más atención al cliente y cuesta más vender», asevera la encargada de una franquicia de ropa en el casco histórico gaditano. A pesar de ello, las ventas se mantienen según los días, si bien «tres días al mes como mucho no hemos conseguido llegar al mínimo».

En otro local, el encargado mantiene la esperanza en la Navidad ante un pasillo vacío de clientes. «Esto no es normal, no es nada normal tener la tienda así», se lamenta. Ni con ofertas o lo que la Real Academia de la Lengua determine que son estos descuentos. Rebajas, no. Las rebajas son para enero. Aunque la cuesta de enero será otra cosa.