Reconstruyen las mamas de cinco mujeres con células madre de su grasa
El Hospital Gregorio Marañón de Madrid ha realizado esta intervención pionera en pacientes que habían sido operadas de cáncer
Actualizado:Para reconstruir una mama dañada por el cáncer ya no será necesario utilizar una prótesis artificial. Bastará con acudir a la grasa almacenada en el cuerpo y reparar con su ayuda y la de un ejército especializado de células madre los estragos del tumor. Al menos, eso es lo que intenta demostrar un ensayo clínico europeo en el que participa el Hospital Gregorio Marañón de Madrid junto a otros centros del Reino Unido, Italia y Bélgica.
Ayer el equipo de Cirugía Plástica del hospital madrileño, que dirige Rosa Pérez Cano, presentó los resultados de las primeras cinco intervenciones realizadas en España. No hubo complicaciones. Las pacientes fueron dadas de alta el mismo día de la cirugía y se observa un resultado estético más natural que el obtenido con las prótesis de silicona.
Estas cinco pacientes forman parte del grupo de cuarenta mujeres seleccionadas en la investigación europeo. Todas tienen en común un cáncer de mama que se les diagnosticó precozmente, no han sufrido metástasis ni recaídas en el último año y se consideran «potencialmente curadas». La detección precoz del cáncer evitó la extirpación de la mama, pero les dejó un defecto en el pecho al eliminar el tejido que rodeaba el tumor. Para estos casos es difícil encontrar una prótesis adecuada, por lo que la reconstrucción con células madre de la grasa podría ser en el tratamiento de elección.
En algunos centros se recurre a la grasa para mejorar el aspecto de la mama. Pero es la primera vez que en España, se añade al implante de grasa una inyección de células madre. La misión de esas células tan valiosas es lograr que generen nuevos vasos sanguíneos para «alimentar» el nuevo implante de grasa. «Sin esas células madre, la grasa que colocamos en la mama terminaría por licuarse y desaparecer», explicó ayer Pérez Cano.
Cuatro horas de operación
La grasa utilizada con las pacientes del Gregorio Marañón procedía del abdomen, donde se almacena el tejido adiposo más rico en células madre mesenquimales, con gran capacidad regenerativa. La cirugía es sencilla y no requiere ingreso hospitalario, aunque se prolonga durante cuatro horas. Comienza con un tratamiento tan frívolo como es la liposucción. Después se necesitan dos horas de espera en el laboratorio para aislar y preparar las células madre. El último paso consiste en introducir la grasa y el concentrado celular con una simple inyección en la zona que debe rellenar.
El ensayo europeo deberá determinar la seguridad de esta reconstrucción en unas pacientes muy especiales: mujeres que han pasado un cáncer de mama y pueden sufrir una recaída. Pérez Cano insistió ayer en la seguridad de inyectar células madre adultas procedentes de la propia paciente. Pese a las garantías, el ensayo obliga a realizar resonancias magnéticas periódicas para vigilar la mama. Esas resonancias son valoradas en cada hospital y en un centro de Lyon (Francia) que recibe las las imágenes de todas las voluntarias. En el caso de que se produjera una recaída se levantaría el injerto y se extirparía el nuevo tumor. La responsable del equipo de Cirugía de Plástica, está convencida de que este tipo de reconstrucción «es el futuro». «Sin duda nos permitirá hacer reconstrucciones totales de la mama», dijo ayer Pérez Cano.