Sin camiseta
Actualizado: GuardarNo habrá camisetas en Navidad. Ni las traerá Papá Noel ni lo harán los Reyes Magos de Oriente. Se veía venir. Con lo que se ha tardado en actuar y en tomar una determinación, lo normal es que al final sucediera esto. A alguien del Cádiz debería darle el señor Muñoz un tirón de orejas ya que como empresario que es no creo que ningún contrato de cuatro años compense al club de este despiste. En plena época de crisis en la que los equipos pequeños pasan más de un apuro para poder asumir las nóminas de sus jugadores, -tenemos los cercanos casos del Portuense y San Fernando-, parece mentira que al Cádiz se le haya escapado una de sus mejores fuentes de ingresos. La venta de camisetas ha sido en los últimos tiempos uno de los fuertes de la entidad cadista. Raro es ver por Carranza aficionados que no vayan ataviados con la elástica amarilla. Decepciona porque la fiebre cadista lo supera todo, rompe barreras, y cada domingo de partido Cádiz se viste de amarillo. La ocasión era inmejorable. El equipo es líder destacado, supera con comodidad a sus rivales, tiene un técnico que es un gran ejemplo para muchos... todo está diseñado para la ilusión. Todo menos las camisetas.
Así que estas fiestas toca nueva papeleta con los más pequeños. Habrá que borrar de las Cartas a sus Majestades las equipaciones del Cádiz y explicarles que Melchor y compañía han llegado tarde, o pedirles la del Madrid o la del Barça, que esos habrán tenido más vista.
Sólo queda esperar que el Cádiz no se arrepienta y de verdad resulte rentable haber firmado este contrato de cuatro años y sacrificar tan magnífica oportunidad de ingresos. De lo contrario, ya se encargarán los Reyes de enviarles un cargamento de carbón.
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