Britney está prisionera
Actualizado: GuardarNadie dijo que ser una celebrity fuera fácil. A veces ciertamente no lo es. Britney Spears es el típico ejemplo de estrella estrellada. Tiene 26 años, dos hijos a los que ve menos de lo que ella quisiera y un ánimo por los suelos. Confiesa abiertamente que su vida «ha sido peor que una sentencia de cárcel» desde que en enero ingresara en un psiquiátrico. Antes de eso la cantante había protagonizado algunos episodios extraños que le costaron la custodia de sus dos pequeños.
Se vio envuelta en muchos y variados escándalos públicos con la Policía -esto tampoco es tan extraño, ya que no hay famoso que se precie que no la líe de vez en cuando-, se había rapado el pelo y descuidado su imagen más allá de lo recomendable para alguien que vive de ella. Tras aquellos 'espectáculos' Spears dio con sus huesos en la planta de Psiquiatría de un hospital de California, donde le hicieron una completa evaluación mental.
Desde entonces la someten a un férreo control. «Incluso cuando se va a prisión uno sabe cuándo va a salir, pero esta situación es interminable. Todos los días es lo mismo», se queja la artista. En un documental que ha grabado para la MTV, Britney confiesa que «no hay ilusión ni pasión» en su vida y se queja de lo caro que está teniendo que pagar lo que hizo en el pasado. «Si no estuviera bajo tantas restricciones me sentiría liberada. No quiero ser para siempre una prisionera», clama.