Los actos violentos en el centro de servicios sociales obliga a aumentar la vigilancia

Decidir si la Administración debe retirar la custodia de los hijos a unos padres o determinar si una familia realmente necesita una ayuda económica pública son algunas de las difíciles y arriesgadas decisiones que deben tomar los trabajadores del centro de servicios sociales Francisco Guerrero, situado en Los Frailes.

Pero esta tarea no es compleja únicamente desde un punto de vista profesional, ya que «es muy duro comprobar que una madre no atiende bien a sus hijos», tal y como explica una de las trabajadoras sociales, sino que también son decisiones peligrosas. Y es que los empleados de este centro tienen que soportar diariamente las amenazas, insultos e incluso agresiones de algunas de las personas que se ponen en sus manos. De hecho, según informa el Ayuntamiento, incluso algunos usuarios tienen órdenes de alejamiento que les impiden acercarse a estos trabajadores municipales.

Diariamente se producen episodios dramáticos y, en muchas ocasiones, violentos. Usuarios gritando, faltas de respeto e incluso agresiones a los empleados. «Hay días que lo pasamos realmente mal porque no nos sentimos seguros y tenemos miedo a ir a trabajar», comenta uno de los afectados que prefiere guardar el anonimato por miedo a posibles represalias.

Por todo ello, y tras recibir estas quejas, el Ayuntamiento ha decidido aumentar las medidas de seguridad en estas instalaciones municipales para proteger la integridad de los trabajadores sociales.

El Área de Personal ha previsto que un vigilante de seguridad permanezca en todo momento en la entrada del edificio, cercano a los equipos de atención. También se emplearán raquetas detectoras de metal y timbres de alarma. De hecho, ya se ha solicitado a la Concejalía de Mantenimiento Urbano la instalación de esta última medida para la próxima semana.

Además, la concejal de Personal, Leocadia Benavente, ha anunciado que se va a estudiar la manera de ampliar la seguridad con un nuevo vigilante, cuyo desempeño tendría que incluirse en los próximos presupuestos. Por último, el Ayuntamiento estudia la instalación de un equipo de videovigilancia para poder grabar cualquier incidente que se produzca en el interior.

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