PODER. Lukoil mantiene lazos estrechos con el Kremlin. / AFP
Economia

Rusia quiere dominar la energía europea

El Kremlin declara «objetivo estratégico» tejer una red para monopolizar el mercado de hidrocarburos

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Desde que el aumento de los precios del petróleo y el gas ayudaron a Rusia a levantar cabeza después de los turbulentos años que sucedieron a la caída del comunismo y la desintegración de la URSS, conservar el «liderazgo» en el sector energético se ha convertido en una verdadera obsesión para el ex presidente y hoy primer ministro ruso, Vladímir Putin.

El viceprimer ministro georgiano, Georgui Baramidze, va más allá y considera que lo que pretende Moscú es lograr, no el liderazgo, sino «el monopolio energético en Europa». Hace dos meses, el actual jefe del Kremlin, Dmitri Medvédev, calificó de «estratégico» ese objetivo. Hoy día, Rusia suministra el 26% del petróleo que se consume en la UE y el 30% del gas. Putin dijo indignado a finales de abril de 2006 en la ciudad siberiana de Tomsk, durante una cumbre ruso-alemana, que estaba harto de escuchar constantemente «comentarios sobre el peligro que supone depender de Rusia». Lanzó entonces la amenaza de «desviar» los hidrocarburos rusos a otros mercados si Europa continuaba imponiendo «limitaciones y cortapisas».

El ansia ruso por dominar la mayor cuota de mercado posible no se queda ahí. Ayer mismo se hizo público que Petróleos de Venezuela (PDVSA) -dependiente del Gobierno de Hugo Chávez- creará junto a un consorcio de empresas eslavas un conglomerado para la producción y procesamiento del crudo. Será con motivo de la visita que la semana próxima realizará a Caracas el presidente ruso, Dmitri Medvédev. Lukoil está en ese grupo de compañías y, si se hace con Repsol, puede ser líder en Latinoamérica.

Compra de Repsol

Las negociaciones no han hecho más que comenzar, pero ninguna de las partes descarta que puedan precipitarse. Todas las hipótesis están abiertas. Hace tiempo que Sacyr-Vallehermoso, ahogada por las deudas, tiene prisa por vender su paquete del 20% en Repsol-YPF y Lukoil quiere aprovechar la situación para comprar las participaciones de la constructora lo más barato posible. La primera oferta de la petrolera rusa no es convencional.

El gigante energético pretende subrogar el préstamo de 5.200 millones de euros firmado en 2006 por Sacyr con un consorcio de bancos con la inclusión de un 9,9% más de compañía. ¿Su objetivo? Arriesgar lo menos posible en la polémica operación. En una reunión celebrada el viernes con las entidades financieras afectadas, La Caixa explicó la oferta a las otras cuatro firmas directoras del crédito (Santander, Caja Madrid, Citigroup y Calyon).