El piloto italiano Davide Rigon da el primer título del campeonato al Beijing

Y todo acabó en la última vuelta. El guión de la prueba final de la primera temporada de la Superleague Fórmula lo podría haber firmado el mismo Hitchcock. Con una estimación de más de 35.000 espectadores en las gradas del Circuito de Jerez, la mañana amanecía plácida para la práctica del automovilismo y todo hacía presagiar que el milagro se podía culminar. Adrián Vallés, con su spanish Liverpool, había marcado el mejor tiempo el día anterior y saltaba a pista con la pole como principal arma.

Pero llegó lo que nadie esperaba. En la última vuelta, y con el crono ya cumplido, Adrián Vallés sufre la intensidad de la carrera y tropieza con un pequeño problema en el depósito de gasolina, por lo que comienza a perder fuelle con sus perseguidores, y se ve superado en pocos metros por Doornbos, Gommendy, Tappy, Perera y Borja García. Tras este imprevisto, fue el holandés del Milan el que se llevó la victoria, acompañado de Oporto y Tottenham en el podio.

García, con el Sevilla, quedaba sexto, mientras que Vallés decía adiós al título con el séptimo lugar. Por su parte, Davide Rigon acababa noveno y se convertía en el primer campeón de la Superleague Fórmula, dejando la segunda carrera en un mero trámite.

Y la segunda y última carrera de la temporada comenzaba con la ilusión de llevarse el último triunfo como principal y única meta. Sin embargo, el mal fario patrio volvió a aparecer en la vuelta 13. Con el subcampeonato ya casi en la mano, Adrián Vallés se retiraba debido a problemas en la caja de cambios y decía adiós a un fin de semana para olvidar del alicantino en Jerez. El de los reds llegó a la ciudad como tercero del campeonato y decía good bye bajando hasta la cuarta plaza y sin acabar ninguna de las dos carreras disputadas.