DE ESTRENO. El nuevo coordinador, Juan Antonio Quiñones, es ingeniero de Caminos, Canales y Puertos. / MIGUEL GÓMEZ
JUAN ANTONIO QUIÑONES COORDINADOR DE LAS ÁREAS DE REHABILITACIÓN DE LA PROVINCIA

«Las oficinas de rehabilitación son parecidas a una empresa privada»

Se muestra ilusionado con proyectos para mejorar la accesibilidad de municipios como Arcos y Alcalá

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Su despacho es un trozo de pasillo, pero con vistas a la playa Victoria. Juan Antonio Quiñones (Cádiz, 1978) acaba de tomar posesión del cargo de coordinador de las Oficinas de Rehabilitación de la provincia. Pero como él mismo recuerda, su centro de operaciones será su coche y pasará muchas horas viendo las líneas continuas de la carretera. Dice que fue un honor sonar en las quinielas para ser gerente de la Oficina de Cádiz, pero que está muy contento con este puesto. Pese a que viene de la empresa privada -es ingeniero de Caminos, Canales y Puertos- cree en lo público. Y la fe, que diría un católico, es el sustrato para aguantar el tirón en la administración.

-Su nombre sonaba en todas las quinielas para ser gerente de la Oficina de Rehabilitación de Cádiz. Al final, coordinador. ¿Es un pleno al 15 este cargo?

-Sonó bastante, la verdad, pero creo que más en la prensa que en las quinielas oficiales que se hacen en el partido. Eran rumores, porque a mí nadie me comunicó eso. Es más, yo me enteré que estaba en las quinielas por la prensa. Pero claro, me sentí halagado.

-Pero entonces, ¿satisfecho con lo que le he tocado?

-Sí, estoy muy contento, porque me da la posibilidad de abrirme a más sitios. Cádiz es la oficina con más volumen de trabajo y la que acapara más inversión, pero conocer los distintos pueblos y la situación en la que viven es muy gratificante.

-Usted viene del mundo de la empresa privada. ¿Qué cree que puede aportar a la Administración pública, que tiene mucha más burocracia y lentitud?

-No estoy de acuerdo con lo de la lentitud, porque aunque es público no deja de ser una empresa. No es una consejería ni un ministerio, por lo tanto no funciona como tal. Tiene sus particularidades, pero la verdad es que se parece bastante a lo que es una empresa privada.

-¿Dónde estará el grueso de su trabajo, teniendo en cuenta que Cádiz y Jerez tienen su propio gerente?

-Ahora mismo todas las oficinas tienen el mismo volumen de trabajo, pero sí es verdad que estamos muy interesados en sacar adelante dos planes de accesibilidad: el de Arcos, que queremos que se licite la primera fase en el primer trimestre de 2009, y el de Alcalá, que está todavía más sobre el papel.

-¿Va a trabajar también en la restauración del patrimonio de estos municipios?

-Cada oficina tiene un programa de actuación y en casi todos está aprobado. Ahí se recogen las necesidades de cada municipio y se detallan las actuaciones de oficio, aparte de las solicitudes que hagan los ciudadanos. El programa recoge las necesidades de vivienda y de patrimonio en lo que llamamos actuaciones singulares. Por ejemplo, en Sanlúcar está ya prácticamente listo el castillito de Bajo de Guía.

-La oficina de Cádiz fue la primera. ¿Qué se ha aprendido de la experiencia para poner en marcha el resto?

-La Oficina de Rehabilitación de Cádiz es el modelo que tienen todas las oficinas de Andalucía. Es la que está cumpliendo los objetivos; y para toda Andalucía, repito, que es el modelo a seguir.

-A pesar de que en 1999 se apartó al Ayuntamiento de la gestión. Es un modelo muy de Cádiz, ¿no?

-Yo no estaba aquí en 1999. No sé por qué se tomó ese modelo de gestión. En las oficinas que yo manejo, la gestión es nuestra, pero la comunicación con los ayuntamientos es muy fluida.

-¿Cuál es la más pujante, aparte de Cádiz?

-En cuanto a inversión, todas tienen la misma. Quizá ahora mismo Arcos, Alcalá y Sanlúcar son los tres puntos fuertes. En esta última localidad estamos haciendo la rehabilitación del mercado de abastos, que es muy importante también.

-¿Ha pensado en alguna estrategia para evitar que con los problemas que tienen las constructoras le empiecen a fallar los contratos?

-Nosotros intentamos ayudar en lo posible una empresa que esté pasando apuros, antes de rescindir el contrato, porque no nos interesa que lo dejen o que el concurso quede desierto. Pero hasta ahora, con las empresas que he tratado, ninguna me ha trasladado que tenga una situación comprometida para llevar adelante la obra.

-¿Se puede aprovechar la crisis para, al menos, comprar fincas a un precio más bajo?

-Estamos comprando viviendas, tengo varias peticiones para trasladar a Sevilla, pero es complicado que el precio baje con las crisis, porque el que no tiene prisa, va a esperar a la recuperación, a que los precios se estabilicen. Las crisis, como todo el mundo sabe, son procesos cíclicos.

-Pero ahora, por lo menos, podrán competir con los promotores privados a la hora de entrar en el mercado...

-Nosotros, como todas las empresas, llegamos a un precio u otro en función del aprovechamiento que vayamos a obtener de la actuación. Si compramos una finca en la que se pueden sacar 14 viviendas, no pagaremos lo mismo que en otra en donde pueden salir cuatro.

-¿En qué población es más acuciante el problema de la infravivienda?

-En todas las oficinas hay casos. Se actúa de oficio o por solicitudes. Hay un instrumento que nos está resultando muy efectivo, es el de la rehabilitación integral por barriadas. Lo estamos aplicando, por ejemplo, en la barriada del Saladillo de Algeciras. Es un caso similar al del Cerro del Moro, en Cádiz, con problemas de exclusión social.