La incógnita de Leo Messi marca el reencuentro de Guardiola con Muñoz
El argentino entra en la lista pero no arriesgará pensando en las próximas citas El técnico azulgrana admiraba al del Getafe en su época como recogepelotas
Actualizado: GuardarSemifinal de la Copa de Europa de 1986. El Barça conquista el billete para la gran final después de una remontada histórica ante el Goteborg. Acabado el partido, un menudo recogepelotas, Pep Guardiola, se acerca a Víctor Muñoz para pedirle la camiseta.
Ahora, 12 años después, ambos se reencuentran en un estadio de fútbol como entrenadores. Una fotografía que el actual técnico del Getafe tiene a buen recaudo en su despacho de trabajo, ilustra aquella histórica escena. Esta tarde de domingo su pasado y su presente más inmediato se cruzarán de nuevo en el Camp Nou.
Víctor Muñoz, que vistió de azulgrana durante siete temporadas desde 1981 hasta 1988, se ha curtido como técnico en numerosos banquillos. Una larga y variopinta carrera que le ha convertido en un entrenador que, como sucede con Guardiola, no deja nada al azar. Una coincidencia de criterios que también se sustenta en su pasado italiano como jugadores.
Al técnico del Getafe le está costando implantar esa rigidez en sus sistemas de juego a una plantilla acostumbrada a la mayor improvisación de sus anteriores entrenadores como Schuster o Laudrup. Esa dificultad le ha colocado en el punto de mira tras sumar cinco de los últimos 18 puntos en juego.
No parece que el paso por el Camp Nou sea la mejor opción para que los seguidores recobren la confianza en un Víctor reiterativo en su apuesta por un fútbol atractivo que nada tiene que ver con su condición de jugador sobrio y tosco.
Ausencia de Messi
Quizá la probable baja de Leo Messi juegue a su favor. El crack del Barça asustó el viernes con unas molestias en el cuádriceps de la pierna derecha. Ayer Guardiola rebajó el nerviosismo colocando al jugador, pese a entrenarse al margen del equipo, en la lista de convocados, aunque su concurso parece poco menos que imposible.
El Barça se enfrenta en las próximas semanas a los grandes, así que mejor no arriesgar. Sin Messi y sin Iniesta, el Barça necesitará doblar su esfuerzo imaginativo para solventar la ausencia de tanta magia. Una nueva prueba de fuego para un grupo que aspira a consolidar su liderato.