VICTORIA. José María Román, ya nombrado alcalde, salió a hombros del Teatro Moderno de Chiclana. / FOTOGRAFÍAS: ROMÁN RÍOS
Ciudadanos

Chiclana cambia la cara de su alcalde

El pacto entre PSOE, PSA e IU sitúa por segunda vez a José María Román al frente del Ayuntamiento El nuevo regidor insiste en que su nombramiento da «tranquilidad y confianza» a la ciudadanía

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A la una y diez de la tarde de ayer Chiclana tenía ya nuevo alcalde. Una hora antes había comenzado la moción de censura que debía votarse para autorizar o no un cambio en el equipo de Gobierno municipal que haría que el sillón pasara de manos de los populares a poder del PSOE.

Todo marchó según lo previsto. No hubo incidentes destacables y, salvo los reproches verbales, insultos y gritos a favor y en contra de las diferentes siglas políticas, las más de 400 personas que abarrotaron los alrededores de la calle Nueva donde se ubica el Teatro Moderno y el Salón de Plenos provisional, mantuvieron un comportamiento ejemplar. A ello contribuyó sin duda el amplio despliegue de Policía Local y Guardia Civil; más de 35 agentes velaron por la seguridad y la integridad de los concejales y alcaldes entrante y saliente desde primera hora de la mañana.

A las doce y un minuto comenzaba la sesión plenaria, convocada con carácter extraordinario, para votar la moción de censura. Los discursos de los portavoces de los diferentes partidos, del hasta ayer alcalde, Ernesto Marín (PP), y del nuevo regidor, José María Román (PSOE), fueron seguidos por medio centenar de representantes de colectivos vecinales, partidos políticos, agentes sociales, empresarios y comerciantes, en el hall del propio Teatro Moderno.

Mientras, el turno de intervenciones daba paso a la votación. El secretario General del Consistorio preguntaba, uno por uno, a los 25 ediles si apoyaban o no la moción de censura, que finalmente, cristalizó. Román recuperaba la Alcaldía con los votos de su partido, el PSOE (11 concejales), y el apoyo de la edil del PSA, María Ángeles Polanco, y de la de IU (actualmente no inscrita), Nadine Fernández; en total, 13 síes contra 12 noes.

De cualquier manera, y al margen del ambiente de excitación que reinó durante la mañana de ayer en Chiclana, la sesión plenaria para la votación de la moción de censura volvió a poner de manifiesto la profunda división política que existe en estos momentos en la ciudad. En los discursos brillaron los momentos de reproches y crispación política. Ernesto Marín recordó los méritos y los logros de su Gobierno, y calificó de «maldita herencia» la recibida de los socialistas a su llegada al poder. Además, el ex alcalde de Chiclana auguró que «en 2011 volveré a ser alcalde de mi pueblo. El portavoz del grupo municipal de IU declarado tránsfuga, José Pedro Butrón, dijo que el acuerdo de gobernabilidad firmado entre PSOE, la edil de IU y el PSA es un «pacto tapadera» que pretende ocultar todas las irregularidades urbanísticas que los ediles socialistas ha llevado a cabo durante los mandatos anteriores.

Por su parte, Román, en su primer discurso como gestor municipal, trazó las líneas del nuevo tripartito, que resumió en «diálogo, transparencia y participación». Además, el nuevo alcalde apostó por la recuperación económica y pidió la colaboración de todos. Insistió en que su propuesta sirve para dar tranquilidad y confianza a la ciudadanía, ya que, según él, con la llegada del PSOE a la Alcaldía «se abre una nueva época de cambio y progreso para la localidad». «Estad seguros de que no defraudaré a quienes han confiado en mí», sentenció.

Tras recibir el bastón de mando y pronunciar su discurso de investidura, a Román lo esperaban en la calle buena parte de la militancia socialista, casi 400 chiclaneros, que acabaron sacándolo a hombros y vitoreándolo como su candidato, líder y nuevo alcalde local.

Con los gritos de «Román, Román», o de «esto sí que es un alcalde», el recién elegido nuevo regidor chiclanero agradecía de forma improvisada a pie de la escalera del Moderno el apoyo recibido, y comenzaba el carrusel de abrazos, felicitaciones y aplausos de la muchedumbre.

Minutos antes se habían marchado del Teatro Moderno, increpados por algunos de los simpatizantes socialistas, los ocho concejales del Partido Popular encabezados por el ya ex alcalde, Ernesto Marín. Éste contó también con un amplio respaldo de las autoridades de su partido durante el día de ayer; entre otros destacaban el presidente provincial, José Loaiza o la ex alcaldesa de Jerez y vicepresidenta segunda del Parlamento de Andalucía, María José García Pelayo, que estuvieron en el Pleno de la moción de censura.

Complicada por lo tumultuosa fue también la marcha, antes de que finalizara la sesión, de los dos ediles del PA, Manuel Guerrero y Estefanía Benítez, y de los concejales de IU expedientados por su partido, José Pedro Butrón y José Antonio Blanco.