UNIDAD. Antonio García
ANTONIO GARCÍA CURIEL JEFE DE SERVICIO DE MEDICINA NUCLEAR

«Sobraría la energía nuclear si no le pusiéramos corazón»

Llegó al Puerta del Mar hace 28 años desde Sevilla, donde probablemente perdió el acento de su Jaén natal. Fue uno de los precursores del área de Medicina Nuclear, junto a su compañero Pablo Román, y tras 25 años al frente del servicio aún dice sentirse con ganas para una nueva renovación de la unidad.

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-¿Qué balance hace de estos 25 años como responsable del área?

-Muy bueno. La unidad ha ido adecuándose al desarrollo. Empezamos con una dotación magnífica, junto con el Virgen del Rocío de Sevilla éramos los hospitales de referencia, pero los demás empezaron a avanzar también. En 1991 tuvimos una renovación importante tras el incendio del hospital que nos permitió mejorar la tecnología, pero ahora nos encontramos con una deficiencia cualitativa por la falta de maquinaria que nos permita una mayor resolución en las pruebas.

-¿Cuántos pacientes atiende al año esta unidad?

-Ahora tenemos una media de 12.000 por año. La suma total desde que abrimos es de unos 180.000 y otros 4.000 pacientes a los que hemos realizado tratamientos terapéuticos con isótopos radiactivos.

-Desprenderse del sambenito de la energía nuclear es difícil. ¿Aún temen los pacientes a este tipo de técnicas?

-Los pacientes llegan con miedo, como es lógico, pero ya no tanto, gracias a internet. La gente está mucho más informada. Las pruebas son totalmente seguras y no tienen efectos secundarios.

-¿Para cuántas especialidades es válida la Medicina Nuclear?

-Se tiende a pensar que sólo es útil en Oncología, pero estos tratamientos sólo suponen el 25% del total. Realizamos pruebas para Cardiología, Reumatología y muchas más especialidades. He de reconocer que uno de los grandes beneficiados de las técnicas nucleares es el cáncer de tiroides.

-¿Cómo es el trabajo diario con el equipo?

-Nos soportamos bien. Somos casi los mismos que empezamos hace 25 años y eso ha consolidado el trabajo. Hay que emplear muchas horas en el sótano, que no tiene ventanas y el desgaste es grande. Sin embargo, el trato al paciente es imprescindible y procuramos explicarle muy bien todo lo que le vamos a hacer porque entendemos su incertidumbre. sobrarían las máquinas y la energía nuclear si no le pusiéramos corazón a lo que hacemos.

-¿Van a aprovechar la efeméride para pedir a la Consejería una mayor dotación?

-Ahora no es el momento. Ya lo intentamos hace un par de años y le solicitamos a la Junta la compra de un PET, que es la única técnica que no podemos realizar, pero es cara y en tiempos de crisis hay que ajustarse el cinturón.