Cartas

El turipondio

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Supongo que recordaran ustedes aquella promoción turística que inventaron en los años setenta en España y, que consistía en hacer todo lo posible para que pareciera, que al turista un millón le habían tocado las especiales en la máquina del ocio y del descanso de los recreativos Generalísimo Franco. Supongo, igualmente, que en todos los aeropuertos de España habría un listero o encargado general para contar turistas, amén del coordinador general, encargado de llevar el sumatorio de todos los datos que le proporcionaban los listeros de turistas. Supongo también, que los niveles de tensión alcanzarían cotas máximas cuando el coordinador general contabilizaba novecientos noventa y nueve mil novecientos, ya que en el próximo avión que aterrizara en España viajaba el turista un millón.

Los medios de comunicación de las Islas Baleares se ponían en alerta máxima para filmar, fotografiar y entrevistar al agraciado turista, ávido de sol, playa y paella. Así, que cuando en el telediario anunciaban la noticia de que España había sido visitada este año por un millón trescientos cincuenta y ocho mil cuatrocientos quince turistas. La citada cifra de turista coincidía escrupulosamente con todos los datos aportados por los listeros de aeropuertos al servicio de la incipiente industria. Pronto hubo que cambiar los métodos y las formas de contar turistas, porque el pueblo -siempre sabio- empezó a cuestionar los datos aportados por el Ministerio de Información y Turismo y, el régimen no podía consentir ni admitía que sus datos fueran cuestionados ni puestos en entre dicho. La infalibilidad del régimen no era cosa de chismes de casa puerta, y desde entonces se están buscando nuevos y más precisos medios de contabilizar a quienes han tenido la feliz idea de visitarnos en verano -el resto del año importa menos-. Desde entonces hasta el día de la fecha, la manera de contar turistas ha cambiado y mutado tanto como de ministros, consejeros, alcaldes y concejales en España.

Este año, algunos ayuntamientos con más voluntad que rigor, han intentado averiguar el número de turistas que han visitado su término ayudándose del turipondio. Para esta novísima formula de contar turistas es necesario multiplicar los kilos de basura recogidos en temporada alta por el número de habitantes en temporada baja y lo dividiremos por los kilos de basura recogidos en temporada baja, al resultado le tendremos que restar el número de habitantes en temporada baja, obteniendo el número de turistas o turipondio. Al día de la fecha, y a poco que de comienzo el otoño, existen pueblos que parecen fantasmas con un turipondio igual a cero, pero con basuras en sus calles con valores de un turipondio igual a diez. Habrá que ir pensando los regalos con que obsequiaremos al turista que deposite la bolsa de basura un millón. El problema es que la bolsa un millón la deposite un empleado del hotel ¿para quién sería entonces el premio? En fín, supongo que todas estas cuestiones las podremos resolver el día en que se construyan los famosos hoteles.

Francisco Rodríguez Apolo Cádiz.