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Los muros de la integración
Najat y Bouchta llegaron a Jerez hace dos años y viven en un estudio de alquiler de 15 metros cuadrados
Actualizado: GuardarLa historia de Najat Feriani y Bouchta Chekairi podría ser la de cualquier otro inmigrante que llega a España en busca de una vida mejor y que se encuentra con que la realidad no es la que esperaba. Ella tiene 37 años y él 38. Llevan ya ocho en España. Hace algo más de dos que llegaron a Jerez porque en su anterior destino, Galicia, la cosa no les iba demasiado bien.
Pero, como todas, tiene sus peculiaridades y unas circunstancias que la hacen especial. Tienen una hija de dos años con problemas de corazón y a la que tuvieron que operar cuando apenas contaba con tres meses de edad. Ella está, además, embarazada y espera una segunda hija para finales de enero.
Viven en una especie de estudio de alquiler en Torresoto. Ronda los 15 metros cuadrados de superficie y pagan por él 180 euros mensuales. No tienen calefacción y el frío se ha instalado en todas las instancias. La entrada es por el salón, un habitáculo en el que a duras penas caben una mesa camilla, dos sofás y un aparador con una tele, un DVD, fotos y diversos objetos decorativos. Todo muy apretado. Después viene el dormitorio, que en realidad es un pasillo ancho en el que han colocado una cama de matrimonio, la cuna de la niña y un armario. Y una cortina para lograr algo de intimidad. La casa termina con la cocina y el baño.
Lo tienen todo limpio y recogido, aunque no pueden evitar con ello disimular el mal estado en el que se encuentra el inmueble. Meses atrás se cayó el techo de la cocina -afortunadamente estaban fuera en ese momento y no les pasó nada-. El de la habitación tiene humedades y si se golpea con el palo de una escoba se puede comprobar que también podría caer en cualquier instante. Najat relata que precisamente por ese motivo hace tiempo que ella duerme con la niña en el salón. Bouchta, por su parte, a veces prefiere desafiar al miedo y dormir en la cama.
Otra vivienda
Aseguran que han pedido otra vivienda de alquiler en Emuvijesa (Empresa Municipal de Vivienda), pero que ha sido en balde. Es lo que quieren, otra casa donde poder vivir con dignidad, porque la actual «no tiene condiciones para nosotros, con una niña enferma de dos años y otra que viene en camino», señala Najit Feriani.
Carecen de ingresos fijos. Él trabaja en la mar, pero sólo cobra cuando salen a faenar y pescan. Si no, regresa a casa con la cartera vacía. El sector se encuentra actualmente, además, en la preceptiva parada biológica, por lo que debe aguardar en casa a que ésta concluya.
Ella no percibe ningún ingreso. Llegar a final de mes se convierte en poco menos que un milagro. Comienzan a hacer cuentas y los gastos son muchos: el alquiler, los recibos de luz y agua, las necesidades de la niña -medicaciones incluidas-, comida... Y sin apenas ayudas externas. Sólo las que perciben del comedor de El Salvador, donde ella acude a diario para llevarse leche, zumos, pan y algún alimento. No se llevan el menú cocinado que se reparte a familias necesitadas porque no pueden comer cerdo. También suelen recibir cada mes un cheque-regalo de 90 euros para pañales.
No saben cuánto tiempo más podrán aguantar así. Tienen todos los papeles en regla y se han integrado plenamente en la barriada. Sólo quieren vivir dignamente, por sus hijas más que por ellos mismos. ¿Cómo? Lo que reclaman, además de una vivienda de alquiler accesible, es un empleo mínimamente estable para él, un trabajo que les garantice unos ingresos mensuales fijos. Y dicen que seguirán peleando para conseguirlo, porque les gusta Jerez y su gente y porque se consideran unos luchadores.
Najat y Bouchta representan la realidad que le toca vivir a numerosos inmigrantes en nuestro país. No son unos sin techo. Tampoco se les puede considerar técnicamente unas personas sin hogar -aunque el que tienen se caiga a pedazos-, pero podrían gozar de una vida infinitamente mejor de la que tienen. Ya no tanto por ellos, sino por sus hijas, la que ya tienen y la que viene en camino.
wjamison@lavozdigital.es