Franco se queda sin homenaje
Apenas una austera misa en el Valle de los Caídos, oficiada por el abad de la basílica ante un escaso centenar de nostálgicos, fue el único homenaje que se le tributó al dictador Francisco Franco en el 33 aniversario de su muerte. Fue la Guardia Civil, que exhibió un vasto despliegue de agentes, la encargada de dejar al general sin recuerdo. Para ello, impidió que falangistas y miembros de otras facciones ultraderechistas accedieran al mausoleo con símbolos del antiguo régimen y que realizaran cualquier acto político de recuerdo al dictador o al fundador de la Falange, José Antonio Primo de Rivera.
Actualizado: GuardarLos agentes del instituto armado, que desde hace cinco días vigilaban las inmediaciones del Valle de los Caídos, dieron el alto a todos los vehículos que ayer se acercaron al polémico mausoleo franquista.
Los funcionarios informaron a los asistentes que el artículo 16 de la Ley de la Memoria Histórica consagra el valle como un lugar de culto en el que están prohibidos de manera expresa «actos de naturaleza política o exaltadores de la Guerra Civil, de sus protagonistas o del franquismo». Hasta tres controles de seguridad supervisaron que las personas que intentaban llegar a la basílica no portaran emblemas o banderas falangistas o preconstitucionales.
Estas medidas provocaron algunos roces con veteranos falangistas y jóvenes ultras, aunque no se produjo ningún incidente de relevancia, según informó la Delegación del Gobierno de Madrid.