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«Si hay que echarle la culpa de mi recaída a algo es a la rehabilitación»
Sergio, que hoy conocerá el proceso a seguir para su recuperación, lamenta su mala fortuna y relata que «estuve durante bastante tiempo de la mano de Dios» El guardameta azulino agradece el apoyo recibido por el club y sus compañeros
Actualizado: GuardarEl año 2008 será para Sergio González uno de los más negros de su carrera deportiva y, prácticamente, de sus casi 28 años de vida. El cancerbero isleño está atravesando por un calvario que parece no tener fin, y que se vio agravado durante el entrenamiento del miércoles. Cuando parecía que su rodilla empezaba a responder y que su vuelta al equipo era cuestión de tiempo, un nuevo susto ha provocado que, salvo sorpresa, su vuelta a los terrenos de juego se retrase por unos meses.
Hasta que no escuche hoy las opiniones que le ofrezcan en el club no sabrá realmente el camino a seguir, ni tampoco la gravedad de la recaída. «Mañana -por hoy- iré al entrenamiento y hablaré con el club a ver qué me dicen. Hablaremos y ya se verá qué es lo mejor. Se supone que tengo que hacerme una resonancia para saber cómo estoy, aunque no sé si será mejor esperar a que me baje la inflamación, si tienen que sacarme el líquido...».
Sergio lamenta la mala fortuna que le viene persiguiendo en estos últimos meses. «Parece que todo me viene negro, pero no me queda otra que tirar para adelante». Más que a la intervención a la que se sometió el pasado mes de julio, achaca su recaída al proceso de recuperación al que se ha sometido. «De la operación salí bastante contento, así que no creo que tenga nada que ver. Ha sido mala suerte, pero si tuviera que buscar un motivo creo que lo achacaría a la rehabilitación tan atípica que he tenido. Desde que me lesioné en abril hasta que me operé pasaron tres meses. Estuvimos dos meses probando si era mejor fortalecer la zona, pero vimos que no quedaba más remedio que operar. Si lo hacía por la mutua había que esperar y la cosa se iba a retrasar, por lo que quedamos en que me operaría un médico privado y lo pagaría el club. Pero ya se sabe lo que ha pasado aquí. En ese momento no había dinero y estuve un mes esperando. Esos tres meses prácticamente los perdí, desde abril hasta julio. Luego pasó lo de pretemporada, que estuvimos sin ir a entrenar unas semanas, y yo me vi un poco de la mano de Dios. Tuve que buscarme las papas con un fisioterapeuta amigo mío, pero eso no era una cosa seria. Para colmo, contrataron a un fisio en el club y al poco se fue... No he tenido una rehabilitación como es debida».
Todos en el mismo barco
El cancerbero isleño muestra su agradecimiento al apoyo que se está encontrando por parte de sus compañeros. «Es de los mejores vestuarios que he tenido. Nos hemos ayudado siempre entre todos y por eso estamos donde estamos en Segunda B. En otro sitio la cosa habría explotado ya hace tiempo. La directiva que hay ahora está dándolo todo por este equipo y vamos todos en el mismo barco. Queremos sacar esto adelante, a pesar de los problemas que ha habido y todo lo que está pasando», sentenció.