Con los pies en el suelo

sí es como debemos estar a pesar de que inviten a soñar los buenos resultados cosechados por el equipo. Pero debemos dejarnos de cánticos de sirenas que no llevan a nada. Es cierto que a este Xerez se le ve otra cosa respecto al año pasado, pero es que cualquier comparación con la temporada anterior es absurda. El Xerez no sólo logra resultados sino que además juega al fútbol. Esto pude parecer una perogrullada pero es cierto. Tiene la posesión, recupera, toca el balón, entra por bandas y ahora incluso materializa las ocasiones que crea. Todo esto hace a que ya se empiece a oír tanto en la ciudad como en algún medio de comunicación, nacional y autonómico sobre todo, que este Xerez huele a Primera. Eso es una chorrada, con perdón. Se podrá decir que este equipo ilusiona, encandila o que ha recuperado el norte de otras temporadas, pero de ahí a que huele a Primera. Vamos a poner los pies un poquito en el suelo. A primera huele uno cuando en la jornada cuarenta y dos está entre los tres primeros, pero ¿a que huele la jornada doce? Pues huele a que quedan treinta más y mucho camino por recorrer. Es normal que Esteban no le de importancia a la clasificación, yo tampoco se la doy. Lo que pasa es que los xerecistas nos ilusionamos muy pronto. Nuestro cariño a unos colores y las ganas de ver a este club hacer algo grande nos pierde. Y eso es bonito, pero también es un arma de doble filo. ¿Se acuerdan de las temporadas de Schuster, de Alcaraz o cómo íbamos de bien a estas alturas de la liga con Murcia? Y al final ¿que pasó? Que seguimos donde siempre. No digo que no nos ilusionemos, sólo digo que mantengamos los pies en el suelo y vayamos paso a paso porque queda mucho todavía.