Cádiz es la provincia con peores índices de calidad en el trabajo de toda Andalucía

A estas alturas no se descubre nada bueno si se afirma que la provincia de Cádiz presenta grandes carencias y dificultades en todo lo relativo al mercado laboral. Los datos del paro y de destrucción de empleo o las reconversiones industriales son ya indicadores suficientes de la mala situación por la que atraviesa este territorio y argumentos suficientes para que las centrales sindicales clamen para que haya una apuesta decidida por mejorar este panorama.

Y por si todos esos datos no fueran suficientes, ahora un estudio realizado por el sindicato UGT Andalucía junto al catedrático Luis Toharia de la Universidad de Alcalá confirma la certeza y da un varapalo más a la provincia al concluir que Cádiz es la que peores resultados obtiene al medir la calidad del trabajo.

Los encargados de presentar ayer este informe fueron el secretario general de UGT en la región, Manuel Pastrana, y el secretario de Análisis Económico, Roberto Marín, que no sólo destacaron la utilidad de contar con una nueva herramienta de medición de las diferencias laborales entre las distintas provincias, sino que alertaron de que «Cádiz es una de las que presenta mayores dificultades, una denuncia sistemática que hemos realizado desde esta organización que ahora se confirma».

Según los resultados obtenidos al calcular el Índice Agregado de Calidad del Mercado de Trabajo en las Provincias Andaluzas de 2007, Cádiz ocupa la última posición y está por debajo de la media regional en cuatro de las nueve dimensiones analizadas (acceso al trabajo, salarios y renta, protección social e igualdad entre hombres y mujeres), también ocupa posiciones inferiores en otros apartados como el de integración de colectivos con dificultad (es séptima), salud laboral y equilibrio entre la vida laboral y la no laboral (en estos casos es sexta) y sólo obtiene buenos resultados en lo referente a estabilidad y satisfacción laboral (en ambos casos se sitúa tercera).

Para llegar a estas conclusiones en las nueve dimensiones estudiadas, los promotores del informe han tenido en cuenta 34 indicadores que van desde la tasa de ocupación y la de temporalidad, pasando por el índice de accidentes, las horas de la jornada laboral, la desprotección familiar de los parados o el impacto de la maternidad, hasta el apartado centrado en la igualdad que ha tenido una especial relevancia.

Una vez aplicados todos estos indicadores a cada una de las provincias y a toda la comunidad en general, el cálculo final concluye que Cádiz ocupa la última posición en cuanto al Índice de Calidad, mientras que las que se sitúan con mejores resultados son Málaga, seguida de Sevilla y Almería. En el otro extremo, junto a la provincia gaditana se encuentran Huelva y Jaén como territorios más desfavorecidos, mientras que Córdoba y Granada se sitúan en valores intermedios.

Tampoco es mejor para la provincia el análisis comparativo de este índice respecto a los datos de los años anteriores, que también están incluidos en el estudio, y que revelan que Cádiz ocupaba la última posición en 2005 y sólo logró escalar un puesto en 2006.

Nueve dimensiones

Si se analizan una por una las nueve dimensiones estudiadas saltan a la palestra aspectos curiosos como que en el apartado de acceso al empleo, la provincia de Cádiz es una de las que cuenta con un mayor porcentaje de activos potenciales más altos de la región, mientras que Almería se sitúa en el extremo contrario.

En el caso de los salarios y rentas, Cádiz es de nuevo la colista, aunque en este caso la variación respecto a la media de la comunidad no es tan amplia como en otras dimensiones. En este apartado, de nuevo Almería y también Málaga son las que tienen una evolución más positiva.

Pese a las malas perspectivas de otros apartados, el de estabilidad laboral convierte a Cádiz en la tercera provincia de la tabla, con un valor muy similar a la media provincial, frente a otras con comportamientos negativos como Jaén, Huelva o Almería. Del mismo modo, y paradójicamente si se tienen en cuenta las dificultades, los gaditanos son los terceros en mostrar más satisfacción laboral -alto porcentaje de asalariados que reciben formación y pocos puestos no cualificados-.

Las malas noticias regresan con la salud laboral, con Cádiz en el penúltimo puesto. Por contra, Jaén, Córdoba y Málaga se presentan como las provincias más seguras.

Si se tiene en cuenta que uno de los criterios para medir el equilibrio entre la vida laboral y no laboral es el tiempo de desplazamiento al trabajo, con Cádiz como una de las peor situadas con valores superiores a los 80 minutos, se entiende que la provincia gaditana ocupe un mal puesto.

Tampoco da facilidades esta zona a la hora de integrar en el mercado laboral a los colectivos con dificultades. Así, en el caso del paro juvenil o de la tasa de paro de larga duración Cádiz es de las que tienen peores registros. Eso sí, obtiene buenos resultados en lo referente a ocupación de personas con discapacidad.

Cádiz es junto a Málaga la que cuenta con menos prestaciones por desempleo, sobre todo en el caso de la poca protección familiar a los parados: el 36% de los desempleados vive en hogares en los que ningún miembro trabaja.

Y en igualdad vuelve a estar a la cola, muy alejada de la media regional y de Sevilla, la líder.

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