Los despidos pactados se cuadruplican
Casi 600 gaditanos se han visto afectados por un expediente de empleo (ERE) este año Más de 10.000 autónomos se han dado de baja de su actividad durante el ejercicio
Actualizado: GuardarEl rotulador rojo ha tomado las libretas de resultados de las empresas gaditanas. El dinero no llega desde abajo (los consumidores, los que compran o se sirven de los servicios de una compañía bastante tienen con sus propios problemas), desde arriba (los bancos cortaron la financiación hace unos meses, con lo que eso supone de no poder crecer vía deuda, que es la forma más antigua de crecer empresarialmente) y desde el mismo nivel: los compañeros de los demás negocios están igual de ahogados. El patrón termina cerrando el libro y tomando la decisión menos popular en cuanto a recortes de gastos: el despido de la plantilla.
Entre el 1 de enero de 2008 y mediados de octubre, 16 empresas gaditanas han completado un Expediente de Regulación de Empleo de carácter extintivo (es decir, que son definitivos y no temporales o de reducción de jornada, que son las otras dos opciones) y han dejado en las listas del paro a 396 personas. El volumen total es cuatro veces mayor a los casos contabilizados en el mismo periodo del año pasado, cuando se resolvieron tan sólo cuatro supuestos en esa parte del ejercicio. Ahora, la construcción, el desplome inmobiliario y el efecto mariposa sobre el resto provocan la proliferación de decisiones drásticas relacionadas con el ladrillo y su industria auxiliar.
Sea por el estallido de la burbuja en torno a la vivienda o no, la distancia entre un año y otro constata la gravedad de la situación actual. Sobre todo, porque un ERE no es cualquier cosa, sino que una empresa se dirige a la Administración (en caso de estar radicada sólo en una provincia, a la Delegación de la Consejería de Empleo) para comunicarle su intención de prescindir de, al menos, cinco personas de su plantilla y consiste en despidos pactados que luego la plantilla acepta (tras una negociación más o menos complicada). Lo que quiere decir que los ERE aprobados son siempre medidas traumáticas en una compañía (seis personas que engrosan el paro como mínimo).
De Delphi a la mesa
Los casi 400 gaditanos incluidos en los ERE resueltos en lo que va de año pueden parecer pocos frente a los 1.736 despedidos en 2007. Pero claro, 1.539 de esos implicados pertenecían a la planta de Puerto Real de Delphi. Apartando de las cuentas a la multinacional, los efectos actuales de los expedientes de empleo alcanzan al doble de gaditanos que entonces (396 frente a 197).
Más allá de las consecuencias que aún hoy pueda acarrear la multinacional americana, el ERE más significativo en lo que va de 2008 está relacionado con la alimentación (la construcción no lo copa todo). Es González Byass, con un expediente que toca a 94 personas, aunque el acuerdo entre dirección y empleados se consiguió suavizar convirtiendo los despidos en prejubilaciones y demorando las medidas en tres anualidades.
Eso, en cuanto a las medidas extintivas. En números globales (incorporando las resoluciones temporales y las reducciones de jornada laboral), el número de gaditanos involucrados se va hasta los 599, según los últimos datos disponibles ofrecidos por el Ministerio de Trabajo y que se reduce a los procesos acabados entre enero y septiembre. La cifra, comparada a las demás provincias andaluzas, deja a Cádiz como la segunda donde más personas se vieron involucradas en un ERE, sólo superada por las más de 800 que se quedaron sin su empleo en Sevilla (la siguiente en número es Córdoba, con poco más de 400).
Miedo y avisos
En este paquete podrían incluirse muchos de los ERE más temidos por los sindicatos, que son los encubiertos porque empiezan como temporales y luego pasan a extintivos pasado un tiempo. Es más: los dos principales grupos sindicales, Comisiones Obreras y UGT, han llamado la atención sobre la práctica adoptada por muchas empresas de «despedir con la excusa de que no pueden aguantar más con su personal actual y la verdad es que los resultados económicos no justifican estos retoques», señaló Francisco Andreu, portavoz de Comercio y Hostelería de UGT.
Mientras tanto, los empresarios se presentan como víctimas igual de afectadas que los trabajadores. El presidente de la Confederación gaditana, Miguel González Saucedo, sitúa en 4.000 las empresas que se han visto obligadas a suspender su actividad en lo que va de año. El Partido Popular habla de seis sociedades menos cada día. «Nos llegan muchos socios con problemas», ha dicho el representante de la patronal, que también recuerda que las suspensiones de pago (en su forma contemporánea de procesos concursales) se han multiplicado a lo largo de 2008 y está causando decenas de bajas en la construcción y afines. En el trasfondo de muchas compañías, la raíz de sus cuitas hay que buscarlas en los bancos. «Es la peor crisis que he vivido», ha declarado González Saucedo. Y lo es porque no hay forma de huir hacia delante en forma de refinanciación como se ha hecho en épocas pasadas.
Las opciones, en definitiva, son la reducción de personal (para las que tengan una extensa nómina de trabajadores) o, directamente la disolución inmediata.
La segunda medida se ha extendido peligrosamente entre los autónomos gaditanos. La Federación Nacional de trabajadores por su propia cuenta, ATA, ha cifrado en nada menos que en 10.273 las bajas contabilizadas en la provincia entre enero y octubre. La cifra es un 40% superior al número total de abandonos que se registraron en los primeros diez meses de 2007. Las altas, como no puede ser de otra manera, también se han debilitado y el global de autónomos en la provincia se queda en 56.858 el octubre pasado, un 2,3% menos de profesionales que a 31 de diciembre de 2007.