Odyssey cierra acuerdos con los descendientes de los dueños del tesoro
Algunos familiares de los titulares del oro y la plata en 1804 apoyan en los juzgados a la empresa ante el supuesto expolio que denuncia España Los 'cazatesoros' aseguran que la nave se hundió en misión comercial
Actualizado:El caso Odyssey se complica. La empresa cazatesoros ha llegado a ya a un acuerdo con algunos de los descendientes de los propietarios de la carga por la que pugna el Gobierno ante un supuesto caso de expolio del patrimonio subacuático español. Los familiares de varios de los que fueran dueños del tesoro que se hundió en 1804 frente a las costas de Portugal reclaman su parte del botín, aunque no han esperado a que la justicia estadounidense aclare quién es su legítimo dueño. Le han dado la espalda al Estado y han cerrado «tratos personales» con los que otorgan la razón y el derecho al rescate a Odyssey Marine Explorations, según un documento presentado en el proceso que dirige el juez Pizzo.
Los nombres que figuran en el documento remitido al juzgado son Gonzalo de Aliaga, conde de San Juan de Lugaricho; Agustín de Aliaga, Marqués de Zelada de la Fuente; Gonzalo Álvarez del Villar, Ignacio de Colmenares, conde de Polentinos; Alberto Emilio Thiessen, Enriqueta Pita Duthurburu, Flora Leonor Perales Calderón de Colmenares, Felipe Voyest, Adela Armida de Izcue Bazo, Carola Daireaux Kinsky, Eleonora Daireaux Kinsky, Matilde Daireaux Kinsky, Julio Vega Eurasquín, Inez Márquez Osorio y Javier de Goyeneche, conde de Guaqui y Marqués de Villafuente. Todos ellos aparecen como demandantes en un documento por el que la empresa se quedaría su recompensa por salvamento de la carga, algo que España niega a los cazatesoros por haber violentado el yacimiento con sospechas de expolio. La empresa recibiría una parte a cambio de sus trabajos.
Sin embargo, ninguno de los descendientes de aquellos que vieron hundirse su fortuna tienen ya derecho a reclamar una parte porque durante el siglo XIX fueron indemnizados por el gobierno de España. Para aquellos que no lograron demostrar su derecho, por demás, los plazos se agotaron hace más de 100 años, entre 1870 y 1871, de acuerdo con la investigación jurídico-histórica del abogado José María Lancho que adelantó el periódico ABC.
Más descendientes
La maraña jurídica tiene visos de complicarse aún más. Los descendientes argentinos de Diego de Alvear, han completado los trámites para acreditar su linaje y presentarse como reclamantes en los juzgados de Tampa. Siete personas entre las que figura Ignacio Solveyra son los familiares de Carlos de Alvear y Balbastro, el único hijo de Diego de Alvear y Josefa Balbastro que sobrevivió al hundimiento de La Mercedes en 1804 durante el combate del Cabo de San ta María provocado por una escuadra inglesa.
Según las pruebas del Gobierno, el pecio del que Odyssey extrajo el tesoro corresponde a los restos de la fragata Nuestra Señora de las Mercedes, de la Armada Española, que fue atacada por los ingleses en aquellas fechas. Este es el primer argumento de España contra Odyssey ya que, al tratarse de una nave de la Armada, toda su carga corresponde al Estado. La empresa estadounidense se resiste a aceptar este argumento y mantiene sus tesis en las nuevas pruebas que debía aportar ayer ante el tribunal. No niega que la hipótesis de que se trate del navío español sea la más probable, pero asegura que aún no hay pruebas suficientes para determinar la identidad del barco.
«Misión comercial»
El navío estaba en una «misión comercial» que «transportaba en su mayor parte mercancía privada». «Quizás era La Mercedes, y quizás fue, en un principio, un navío militar, pero no estaba en una misión militar cuando se hundió», señala la empresa cazatesoros.
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