Economía admite que el déficit público puede dispararse por encima del 3% en 2009
El Pacto de Estabilidad de la UE no excluye superar esa barrera aunque exige concretar cómo se va a recuperar el equilibrio de las finanzas
MADRIDActualizado:La crisis global que se está dejando notar también en España va a traer un aumento del desempleo, un menor crecimiento económico y más deudas públicas. El secretario de Estado de Hacienda y Presupuestos, Carlos Ocaña, ha admitido la posibilidad de que en 2009 se supere el 3% de déficit del PIB establecido en el Pacto de Estabilidad y Crecimiento de la Unión Europea (UE).
En un encuentro organizado por el Foro Cinco Días, Ocaña ha asegurado que, aunque es pronto para hacer previsiones para el próximo año, es "probable" que algunos países de la UE superen el 3% de déficit público, una situación en la que, reconocía, se puede encontrar España. Ocaña justificaba este hecho en el sentido de que no es conveniente "desmarcarse" de lo que hagan otros países del entorno europeo.
En su opinión, el Pacto de Estabilidad de la UE no excluye superar ese 3%, (como ha ocurrido en Alemania y Francia en años pasados) sino que lo que pide es que el país en cuestión explique cómo se piensa volver a una situación normal y cómo recupera la estabilidad de sus finanzas. En este sentido, ha asegurado que si se supera esa barrera del 3%, no pasaría nada si se trata de una respuesta "razonable y adecuada" a una situación coyuntural.
Déficit tras años de superávit
El secretario de Estado ha subrayado que el déficit del próximo año es consecuencia de una política fiscal "activa" por parte del Estado, que hace que las cuentas públicas "se resientan". El número dos del Ministerio de Economía ha insistido en que el superávit de años anteriores no era un fin en sí mismo, sino que su objetivo era preparase para los "tiempos malos". Ahora, añadía, a la economía española "le conviene" tener déficit, como una respuesta adecuada, "porque lo necesitamos y podemos", tras haber sido "virtuosos" y haber ahorrado estos años.
Ocaña defendió el impulso de una política fiscal eficaz, que tenga en cuenta el hecho de que España no puede ignorar lo que hacen sus vecinos de la UE ni el BCE, con la adopción de medidas que vayan en proporción con lo que hagan los países de su entorno, para que la política fiscal sea activa. Además, ha abogado por superar la crisis y, posteriormente, crecer de forma "sostenible y vigorosa", con el fin de salir reforzados con una nueva composición de la economía menos dependiente.
Como el vicepresidente Solbes, Ocaña también sostiene que el Gobierno no se plantea hacer ninguna modificación fiscal sino que las medidas futuras tienen que ver más con el gasto público y con un ajuste "significativo". En este punto recordaba que la presión fiscal del Estado -que contabiliza los ingresos por impuestos y cotizaciones sociales en relación con el PIB- disminuirá este año dos puntos y medio respecto al 14,18 del PIB en que se situó en 2007, lo que supone que, según Ocaña, sea la presión fiscal más baja desde 1995.