A POR TODAS. Los jugadores del Xerez forman una piña para celebrar uno de los goles de los xerecistas. / JAVIER FERNÁNDEZ
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Tsunami azulino

El Xerez abusó de un Alavés que se quedó con uno menos en el minuto ocho La ola llegó a las gradas de Chapín, que volvió a disfrutar con cinco goles

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Ganar también puede llegar a aburrir, y ayer lo demostró el Xerez. No porque tuviera suerte, no porque a la factura de los goles les faltara belleza. El Xerez aburrió a su rival y controló el encuentro de tal manera que la superioridad fue aplastante. Los hombres de Esteban Vigo machacaron a los de Salmerón, los rebasaron, los trituraron con un juego inalcanzable para un conjunto que encaja goles a puñados. La exhibición de los azulinos llegó a todos los rincones del país gracias a la pequeña pantalla y ya no podrán continuar en esta Liga con el papel de tapado. Los de Esteban hacen demasiado ruido, han subido a la zona noble, se han montado en el segundo carro de esta caravana y acumulan dos encuentros en casa consecutivos logrando marcar cinco goles a su rival. Además, están generando un tornado de fútbol que llega en forma de ola a las gradas del estadio jerezano. El momento de forma azulino es impresionante y ayer abusó de un Deportivo Alavés que se quedó demasiado pronto con un hombre menos. Entre el minuto ocho y el once se decidió el partido, pues antes de que se llegara al diez de juego, Albácar recibe dos amonestaciones y se ve obligado a abandonar el terreno de juego con casi todo el partido por delante.

A Salmerón prácticamente no le dio a tiempo a apuntalar la inicial defensa de cinco, cuando Pedro Ríos - de bella vaselina- ya estaba marcando el primero de la tarde. El Xerez pegaba fuerte y de manera consecutiva, pues sólo un minuto después hacia acto de presencia Momo para asistir a Antoñito. El sevillano lograba el segundo y mataba un partido al que todavía le restaban 79 minutos de monólogo xerecista.

Festival azulino

Los de Salmerón expusieron la nuca demasiado pronto. Habían trabajado durante toda la semana un partido dibujado a base de repliegue y contragolpe, y en sólo diez minutos se quedaban con un central menos para su sistema defensivo y con dos goles en contra que le quitaban la gracia a lo de salir al contragolpe. De hecho, el duelo entró en punto muerto nada más lograr Antoñito el tercero de los xerecistas. El genio sevillano recibió dentro del área de espaldas a la portería pero fue capaz de girarse y cruzarla fuera del alcance de Bonis.

Antonio ponía el punto y final y la segunda pate se convertía en un partidillo, en una sesión de entrenamientos de cuarenta y cinco minutos en los que Esteban aprovechó para dar minutos a jugadores como Brian Sarmiento, que no viene jugando demasiado. El argentino lo dio todo en los veinte minutos que estuvo sobre el prado y encontró su recompensa casi en el descuento. La joven promesa remachó en el segundo palo un saque de esquina y puso punto final a un tsunami xerecista en el que por encima de todos brilló Momo. Lo del canario fue una exhibición de como compensar una pata de palo diestra con una zurda exquisita. Además, se está destapando como un gran goleador pues ya acumula cuatro tantos en esta temporada.

sgalvan@lavozdigital.es