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CONTENTO. Diego Forlán consiguió ayer dos de los cuatro tantos de su equipo. / EFE
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La alegría regresa al Vicente Calderón con una goleada ante el Deportivo

Agüero y Forlán volvieron a ser titulares y jugaron un gran partido El conjunto de Javier Aguirre se mostró muy ofensivo y dominó el encuentro

D. VALERA
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La pregunta que se hacía todo el mundo que acudió al Vicente Calderón era muy simple: ¿qué Atlético veremos? Podría ser el equipo que no ha perdido un partido en Champions y que sólo una pésima decisión arbitral en Anfield impidió que ya estuviera clasificado para octavos, o por el contrario, la otra posibilidad presentaría a un conjunto plano, sin ideas, sin juego por bandas y que deambula por los campos de Primera División. Esta vez salió cara. La duda se despejó rápido y mucho tuvo que ver el planteamiento que propuso el técnico rojiblanco. Aguirre volvió al sistema ansiado por la afición, un 4-4-2 con Forlán y el Kun Agüero como delanteros, algo que no ocurría desde hacía tres encuentros.

El equipo espoleado por ello salió al ataque y se llevó una victoria que calma las aguar turbias que bajaban por el Manzanares y que amenazaban al mexicano.

El conjunto rojiblanco comenzó el choque con mucha fuerza y energía. El Deportivo también le ayudó al dejar 10 hombres por detrás de la pelota y sólo a Riki en la punta de ataque. El empuje local se reflejó en los cuatro córner de que dispuso en los primeros 12 minutos. En uno de ellos, Sergio tuvo que impedir bajo palos el primer gol después de un remate de cabeza del Kun. Los de Aguirre llegaban con mucha facilidad a las inmediaciones de Aranzubía, sobre todo cuando combinaban Forlán, Agüero y Simao. El Atlético con 16 goles en contra, es uno de los equipos más goleados del campeonato, pero el Deportivo no supo aprovechar este defecto y apenas inquietó a la zaga rival. El control del partido era para los locales y en un saque de esquina, Heitinga adelantó a los suyos tras rematar con el pecho en área pequeña después de un semifallo de Perea que despistó a los defensas blanquiazules.

La segunda mitad no supuso ninguna variación en el devenir del partido. Los locales no se replegaron como en otras ocasiones y mantuvieron el estilo ofensivo que estaban realizando y pronto obtuvieron la recompensa. Al final se llegó con un claro 4-0 maquillado con el tanto del honor de Filipe.