Obras son amores
Obras son amores y no buenas razones, dice un conocido refrán cuya paternidad se atribuye, según las malas lenguas, a algún que otro gaditano cabreado por la lentitud de las obras públicas en la provincia. El segundo puente sobre la Bahía, por ejemplo, se parió hace casi veinte años y es ahora cuando se inician las obras. El desdoblamiento de la carretera que une a la Bahía de Algeciras con la de Cádiz y que debe conectarnos con el próspero Levante todavía permanece inconcluso. Estos dos casos, entre varios, parecen demostrar que la noción del tiempo es muy distinta de un lugar a otro. Esperemos que no ocurra lo mismo con los proyectos previstos para el Bicentenario. Sin embargo, la percepción que se tiene es que todo va despacio, que algunos proyectos no están suficientemente definidos y que otros es posible que no se encuentren terminados en el 2012. Esa apreciación es predicable tanto de los grandes proyectos que se quieren vincular a la celebración de la efeméride aunque se concibieron con independencia del Bicentenario como de aquellos otros, más modestos, pensados específicamente para el acontecimiento. La verdad es que no me gustaría recordar, dentro de unos años, otros refranes: más vale tarde que nunca o el que no se consuela es porque no quiere.
Actualizado: GuardarApenas quedan tres años y medio para el 2012. Es un plazo suficiente para poner en marcha proyectos de menos envergadura que los anteriores, pero no menos importantes para la ciudad. Cada uno requiere un comentario más extenso. De momento, me limitaré a un pequeño esbozo. Me refiero en primer lugar a Puerto América. Incompresiblemente se ha dejado escapar la posibilidad de que Cádiz cuente con un centro de alto rendimiento de vela. Se nos adelantan Santander y Barcelona que ya disponen de equipamientos de estas características. Alguien debería explicarnos el porqué de esta renuncia. Al menos se debe hacer todo lo posible para disponer de unas instalaciones náuticas deportivas que estén a la altura de lo que representan Cádiz y su historia y que a su vez respondan a las demandas crecientes de este tipo de infraestructuras.
En segundo lugar, sería recomendable potenciar el Festival Iberoamericano de Teatro abriéndolo a nuevas manifestaciones como la danza y la música.
Por último, habría que hacer un esfuerzo para recuperar las ferias de acuicultura celebradas años atrás. En este sentido, Cádiz debe convertirse en un referente europeo.