El Gobierno iraquí aprueba el proyecto de retirada de tropas de EEUU en 2011
El texto se convierte así en proyecto de ley y será presentado al Parlamento, que podrá adoptarlo por mayoría simple
BAGDAD Actualizado: GuardarTras meses de duras negociaciones, el Gobierno iraquí ha aprobado un acuerdo de seguridad elaborado con Estados Unidos que prevé la retirada completa de las tropas norteamericanas de Irak a finales de 2011.
El acuerdo ha sido adoptado por 28 de los 38 ministros reunidos en consejo durante más de dos horas y media, con lo que se ha alcanzado la mayoría de dos tercios necesaria. El texto, que incluye 31 artículos, se convierte así en proyecto de ley y será presentado al Parlamento, que podrá adoptarlo por mayoría simple.
El acuerdo, negociado entre Bagdad y Washington durante cerca de un año, prevé la partida a finales de 2011 de los 152.000 soldados estadounidenses desplegados en unas 400 bases en el país árabe, ocho años después de la invasión que propició la caída del ex dictador Saddam Hussein. A medio camino, en 2009, el acuerdo prevé la retirada de las tropas estadounidenses de las ciudades y demás localidades iraquíes.
Uno de los puntos más delicados durante las negociaciones de los últimos meses fue la inmunidad de los soldados estadounidenses. Sobre ese punto, un comité conjunto determinará si un soldado estadounidense sospechoso de haber cometido un crimen estaba en misión o no, y si puede ser juzgado ante los tribunales iraquíes. Además, Irak tendrá derecho, si lo pide, a registrar el material estadounidense que entre o salga de sus fronteras.
Oposición de Moqtada Sadr
El acuerdo es acuciante, ya que el actual mandato de la ONU que regula la presencia de las tropas estadounidenses expira el 31 de diciembre. El primer ministro iraquí estaba casi seguro de conseguir la mayoría de dos tercios, ya que contaba con el apoyo de los partidos kurdos y de la coalición chiita, a quienes representan 19 ministros, así como con una mayoría de los ministros independientes y una parte de los ministros sunitas.
Tras dos lecturas en el Parlamento, con un intervalo de dos días, y un voto definitivo seis días más tarde, el texto ha de ser ratificado luego por el Consejo presidencial iraquí. Sólo entonces, Maliki firmará el documento junto con el presidente estadounidense George W. Bush.
El gran ayatolá Ali Sistani, la más alta autoridad religiosa chiita de Irak, dio el viernes implícitamente su luz verde a la adopción del texto. Afirmó que le corresponde al gobierno decidir si es oportuno firmar un acuerdo de seguridad con Washington, e insistió en el respeto de la "soberanía" de Irak y en alcanzar un mayor "consenso".
Sin embargo, el clérigo radical chiita Moqtada Sadr, auténtica bestia negra de los estadounidenses, llamó el viernes a los países musulmanes a manifestarse contra el proyecto de acuerdo de seguridad, y anunció la creación de una nueva milicia de "resistencia" contra "el ocupante". Las objeciones del clérigo no deberían de tener impacto en la decisión del Parlamento, ya que sus partidarios sólo ocupan 28 de los 275 escaños.
Transferencia de seguridad
La seguridad en Irak ha mejorado sensiblemente desde hace un año, al aliarse las fuerzas estadounidenses e iraquíes con las milicias tribales sunitas para luchar contra Al Qaida y recuperar el control de zonas hasta entonces ingobernables.
Animados por el éxito este año en Basora y Bagdad, donde las fuerzas iraquíes estuvieron en primera línea en los combates contra el Ejército de Mahdi, la potente milicia del clérigo radical chiita Moqtada Sadr, los ministerios del Interior y de Defensa se están reforzando. El primero dispone oficialmente de 560.000 policías, suficientes, según dice, para noquear la principal amenaza interna, la red Al Qaeda.
El Ministerio de Defensa, que cuenta con 260.000 soldados, tiene por objetivo constituir un ejército de 300.000 hombres, dotados de equipamientos modernos, fusiles de asalto M-16 y cazas F-16, de los que está negociando la compra.Para cumplir esa política ambiciosa, el gobierno ha concedido 8.000 millones de dólares a las fuerzas de seguridad, el sector más mimado por el presupuesto de 2009 (12,6%).
Pero para los estadounidenses, los iraquíes aún están lejos de poder garantizar su propia seguridad. El que lo consigan o no dependerá "de las condiciones sobre el terreno", ha dicho recientemente su portavoz, el almirante Patrick Driscoll. De momento, la seguridad de 13 de las 18 provincias de Irak ha sido transferida a los iraquíes, que antes de finales de año esperan recuperar también Kirkuk, rica en petróleo pero disputada entre comunidades rivales, y Salahedin, antaño un bastión de la insurrección sunita.
Entonces sólo quedarán tres provincias bajo control estadounidense: Bagdad, y las dos zonas donde la violencia es más intensa: Nínive, con su capital Mosul, y Diyala, donde la capacidad de las fuerzas iraquíes para mantener la seguridad es fuente de preocupación.