El Sporting da la sorpresa en Mestalla en un partido lleno de emoción y buen fútbol
Luis Morán, el isleño Barral y Diego Castro certificaron la victoria asturiana Villa estuvo controlado en todo momento y sólo pudo marcar de penalti
Actualizado:Un gran partido del Real Sporting de Gijón, que controló el juego de principio a fin, le dio una victoria merecida en su visita a Mestalla, ante un Valencia muy previsible, muy impreciso en ataque y con algunos errores importantes en defensa, pero que pudo igualar en el último suspiro del encuentro.
El conjunto asturiano demostró tener muy estudiado a su rival, al que superó en planteamiento, seguridad y consistencia, a pesar de que el equipo local tuvo el balón durante muchas fases del encuentro, pero sin apenas mordiente.
En el primer tramo del partido, el Valencia llevó la iniciativa, ante un rival que planteó el encuentro con las líneas avanzadas, con la intención de interceptar los pases del rival y con mucha intensidad en los marcajes, los envíos de balones en profundidad y la búsqueda de la espalda de los defensa rivales.
El Valencia no sabía qué hacer con la pelota que casi siempre era suya y sus largas posesiones apenas conducían a aproximaciones a la meta del Sporting. El gol de Luis Morán, que rompió bien el fuera de juego, también rompió al Valencia , que a partir del tanto visitante tuvo más problemas si cabe a la hora de buscar la meta de Cuéllar.
El segundo periodo dio comienzo, por parte local, con la entrada de Morientes en el eje del ataque, lo que desplazó a Mata a la banda y dejó a Vicente en el banquillo.
Una excelente acción individual de Barral puso el 0-2 en el marcador en los primeros compases de la reanudación.
Tras este tanto, el Valencia aumentó su dominio territorial, Morientes dispuso de un par de ocasiones de gol, pero el Sporting no sólo no sufría, sino que no necesitó replegarse para impedir que el conjunto local encontrara la forma de ponerle en apuros, al tiempo que dispuso de alguna opción para incrementar su ventaja.
Sin embargo, en una acción esporádica, unas manos en el área asturiana propiciaron el 1-2. Villa hizo de penalti el gol cien de su historia en Primera División y el partido entró en una nueva dinámica.
A partir de entonces, el Sporting se mostró menos cómodo, pero en una contra logró el tercero, de Diego Castro, que no resolvió el encuentro, ya que Mata hizo un segundo tanto y permitió que el encuentro mantuviera la emoción hasta el último instante.