MUNDO

La UE aplaca la ira rusa contra EE UU

Sarkozy logra que Moscú congele cualquier iniciativa hasta después de una cumbre que fije una nueva estrategia de seguridad paneuropea

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

La Unión Europea adoptó ayer una posición aparentemente equidistante en la disputa ruso-norteamericana sobre el escudo antimisiles pidiendo una congelación de iniciativas hasta que no sea evaluada, a la luz de las circunstancias creadas por la elección de Barack Obama, la posibilidad de definir una nueva política de seguridad paneuropea.

La equidistancia es sólo aparente porque lo que Nicolas Sarkozy hizo ayer en Niza, durante la cumbre bilateral UE-Rusia, que reunió a la troika comunitaria con el presidente Medvédev, fue poner en pie de igualdad la iniciativa del escudo norteamericano y sus actuaciones previstas en Polonia y la República Checa, con la amenaza reciente del mandatario ruso de desplegar misiles nucleares en Kaliningrado como respuesta. El escudo estadounidense está diseñado para frenar una hipotética agresión iraní, que no rusa, porque la capacidad balística de Moscú es abrumadora y desbordaría, por saturación si no es por tecnología, una defensa como la pretendida por Washington en Europa.

Pero, al mismo tiempo, los planteamientos del presidente de la UE por turno contradicen la política de la OTAN, que asumió como propia la iniciativa del escudo a comienzos del año en curso en la cumbre de Bucarest. Al adoptar la posición de mediador entre Moscú y Washington, Sarkozy abandonó ayer el alineamiento con Occidente que Francia había manifestado en ocasiones precedentes en esta materia. Resta ver si la operación está pactada con Obama, o si, simplemente, es una pirueta sin red del presidente galo en nombre de la UE.

Por lo pronto, la idea de una nueva «estrategia de seguridad paneuropea» es una retórica propia de Medvédev quien en junio, de visita en Berlín, habló de la necesidad de ponerla en marcha. Sarkozy abrazó ayer la idea rusa, «que está en el interés de todos» y consideró que el calendario adecuado para tratarla sería durante una cumbre de la OSCE en junio o julio, después de la conferencia de la OTAN de abril de 2009, que tendrá lugar simultáneamente en Estrasburgo y Kehl, y en la que se conmemorarán los 60 años de existencia de la organización aliada.

Retirada de Osetia

La conferencia de prensa con la que ayer concluyó la cumbre UE-Rusia no pudo ser de más agrado para Medvédev. Sarkozy aseguró que Rusia ha cumplido «la mayor parte de sus compromisos» sobre Georgia: el alto el fuego, la retirada de efectivos «en lo esencial» y el despliegue de observadores. En este clima de regalo a los oídos, el jefe del Elíseo le pidió a su homólogo en el Kremlin la retirada de los soldados rusos de dos enclaves contestados en Osetia del Sur, el distrito de Akhalgori y la localidad de Perevi, y Medvédev expresó su mejor voluntad para buscar soluciones, aunque sin comprometerse a nada concreto. La prioridad de los temas abordados por ambos mandatarios en sus respectivas intervenciones fue muy diferente. Mientras el presidente de la UE incidía desde los inicios en la problemática del escudo antimisiles (sobre la que carece de jurisdicción, al ser el proyecto resultado de acuerdos bilaterales entre Washington, Varsovia y Praga), Medvédev ponía de entrada el énfasis en la crisis financiera, para calificar las posiciones de la Unión y de Moscú en esta materia de «próximas».

Sobre el escudo antimisiles, el presidente ruso se limitó a reconocer «el papel de coordinador» que la UE podría desempeñar en la materia, significando con ello que es un asunto bilateral con EE UU.

Y en el orden de lo inmediato, ambas partes acordaron, como estaba previsto, relanzar las conversaciones para la consecución de un nuevo acuerdo estratégico de asociación, que permanecían detenidas por la guerra de Georgia. Los contactos se reanudarán el 2 de diciembre, en Bruselas, en el ámbito de los jefes negociadores.