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Llamazares se despide como coordinador de IU en la Asamblea de Asturias, el 25 de octubre. / EFE
ESPAÑA

IU busca en la IX Asamblea Federal su tabla de salvación

800 delegados eligen este fin de semana a un líder que saque a la coalición del marasmo y el declive

MATEO BALÍN
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Un líder de consenso que acentúe la identidad propia de la formación. Ésta es la misión de la IX Asamblea Federal de Izquierda Unida, que se celebra este fin de semana en la localidad madrileña de Rivas Vaciamadrid. Será la primera de los últimos años sin Gaspar Llamazares al frente, y podría ser la última si los tres sectores que luchan por el poder no se apean de sus posiciones y llegan a un acuerdo. «Es la última oportunidad que tenemos», advirtió ayer Rosa Aguilar, alcaldesa de Córdoba y la gran deseada para ser la número uno.

Lo único que parecen tener claro los 800 delegados que mañana elegirán al próximo coordinador general es que la formación se encuentra ante un momento decisivo. Algo así como refundarse o morir después del «tsunami bipartidista» de las últimas elecciones generales que dejó a IU al borde del abismo -perdió tres de los cinco diputados con que contaba- y más dividida que nunca.

Salvo sorpresas, en el tablero juegan cuatro candidatos: Inés Sabanés (portavoz en la Asamblea de Madrid y cercana a los gasparistas), Cayo Lara (coordinador del partido en Castilla-La Mancha y candidato de los comunistas), Josep Nuet (senador y representante de la tercera vía, denominada Nacional II, la que une Madrid y Barcelona) y la lista de Juan Manuel Sánchez Gordillo (Colectivo de Unidad de Trabajadores).

Parece claro que si nadie mueve ficha, ninguno de ellos llegará al 50% de los apoyos, por lo que las alianzas volverán a jugar un papel fundamental como en pasadas asambleas. Nuet se ha ofrecido como candidato de consenso a gasparistas y comunistas, y promete una dirección colegiada, pero su nombre no agrada del todo a los principales contendientes.

A su vez, ni al PCE, que vendría a contar con el 45% de los delegados, ni a los gasparistas, con el 30%, les convence ninguna candidatura que no sea la suya. Por lo que, en caso de que no haya acuerdo, no se descarta, aunque sin mucha esperanza, que Rosa Aguilar tome las riendas pese a sus reiteradas negativas a esa insistente oferta, defendida, sobre todo, por los seguidores de Llamazares y mucho más matizada en el PCE.

Sí parece más claro el documento acordado por las familias, denominado Declaración de Rivas, que servirá de punto de partida para la nueva dirección que salga de la Asamblea Federal.