Fiesta azulina para 'olvidar' la complicada situación económica

En un marco complicado por las vicisitudes que azotan a ambos conjuntos, San Fernando y Portuense se enfrentan mañana en un derbi que pretende ser una fiesta para los aficionados.

Así lo planea la directiva del conjunto isleño y, para que la cita se convierta en una amena tarde de fútbol, volverá a celebrar una nueva fiesta azulina en los aledaños del estadio, que servirá para hermanar a la hinchada de ambos conjuntos y, de paso, cumplir con las propuestas que se reflejaron en la asamblea informativa celebrada este jueves y sacar fondos para las debilitadas arcas del club.

Tal y como ha venido siendo habitual en las últimas ocasiones en las que se ha puesto en marcha esta iniciativa -la última fue antes del derbi ante la Balompédica Linense-, la cita comenzará a partir de las 12.30 horas.

Precios populares en una barra en la que podrán degustarse aperitivos y refrescos y un acompañamiento musical que animará el cotarro son los ingredientes que se ofertan para este encuentro, al que todo el que lo desee, vista de azul o de rojo, está invitado.

En el terreno deportivo, lo más destacado es la sensible mejoría que ha experimentado Puli, que durante la semana ha vuelto a entrenar con el grupo. El propio delantero isleño comentaba que «para mí es un logro el poderme unir a mis compañeros. De momento respondo bien en carrera y parece que voy mejorando. No sé si podré jugar contra el Portuense, pero lo principal es que vaya recuperándome bien para estar en condiciones en el tramo final de la liga».

El conjunto que entrena Iriondo lleva varias semanas sin ganar y se espera que contra el cuadro de Ferri se rompa esa racha. A pesar de que la sequía de victorias no ha hecho bajar puestos en la clasificación, la afición empieza a impacientarse porque está deseosa de volver a ver a los suyos sumar de tres en tres.

El rival apenas ha entrenado en toda la semana y se espera que esa situación favorezca a los de casa.