Jerez

Un atractivo poco conocido

Una de las joyas más interesantes que Jerez tiene es el retablo de Las Ánimas, obra del gran escultor jerezano Francisco Camacho

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Sin duda, una de las grandes joyas de la imaginería de nuestra ciudad. Se trata del impresionante retablo que la antigua hermandad de las Ánimas, con sede en la antigua Parroquia de San Lucas, le encarga a Francisco Camacho con compromiso notarial de 4 de febrero de 1725. El precio fue de 7.500 reales de vellón, comprometiéndose el escultor en tenerlo para la entrega el día de San Juan Bautista del siguiente año.

El retablo dispone de dos partes diferenciadas: la parte superior, de gran calidad, que describe un plano celestial y de otra, quizá de una calidad no tan superior como la anterior, que describe el purgatorio, con un grupo de ánimas gesticulantes que claman ser liberadas del suplicio del purgatorio.

El ángel, con un cierto parecido a imágenes pasionales atribuidas a Camacho, sirve de nexo a ambos ámbitos y tiende un brazo a una de las ánimas para guiarla al mundo celeste. Por su parte, la Virgen, con el niño, está sentada sobre una nube y parece bendecir a quien se acerca a su figura. En medio de esta imagen celestial, el Evangelista San Lucas, apoyado en el animal que lo simboliza que es el toro.

Devoción

Hoy día, disfrutamos de este magnífico retablo en la capilla de las ánimas en la iglesia de San Lucas, en pleno centro histórico de la ciudad. Algunas señoras, que se han acercado a la capilla observan la imagen del retablo. Una se atreve a comentar que «le parece que los pobrecitos que se ven ahí abajo están en el infierno y el ángel los está rescatando». Otra, en cambio, apenas sabría decir qué es lo que ve en el retablo. «Me gusta venir también a rezarle a mi ángel de la guarda. Yo al menos lo creo así. Y como el ángel está tan bien puesto ahí, pues vengo siempre a dedicarle una oración cuando entro en San Lucas», dice la señora que se ha arrodillado unos minutos. La iconografía del retablo de Camacho todavía llama a la devoción después de casi tres siglos. Son de esas obras magníficas y perennes en nuestra ciudad.