El alcalde de La Barca pide al PSOE que expulse a Pilar Sánchez del partido

El alcalde de La Barca, Roque Valenzuela, es socialista. La alcaldesa de Jerez, Pilar Sánchez, también, pero la relación entre ambos hace tiempo que dejó de ser buena. Es más, hace ya bastante que no esconden su enfrentamiento, sobre todo después de que la compañía eléctrica haya cortado en un par de ocasiones la luz a instalaciones municipales de la pedanía por impago. Y ayer se escribió un nuevo capítulo de esta confrontación. Lo hizo Valenzuela, quien, a través de un comunicado, anunció que pedirá al PSOE que expulse a Sánchez del partido.

El detonante fue un incidente que tuvo lugar en la pedanía jerezana el pasado miércoles por la tarde, cuando efectivos de Bomberos y de la Policía Local retiraron unas pancartas contra la alcaldesa del Ayuntamiento matriz, en las que se podían leer sentencias como «Pilar, no te quedes con el dinero de La Barca».

Como era de esperar, la retirada de esas pancartas no sentaron nada bien a Roque Valenzuela, quien ayer calificó lo sucedido como «un espectáculo bochornoso de la señora alcaldesa de Jerez, en el que su talante democrático, que se debe presuponer a alguien que representa a un partido democrático como es el PSOE, ha quedado en evidencia totalmente». Es precisamente ése el motivo principal que aduce para «en conciencia, pedirle a mi partido su expulsión inmediata».

El alcalde pedáneo fue rotundo al referirse a lo sucedido el miércoles: «Que esta señora envíe una docena de efectivos policiales y bomberos a quitar una pancarta puesta por la pedanía, en la que reivindica soluciones a 20 días sin luz y teléfono en sus oficinas municipales, es grave, y mucho más que de madrugada, con nocturnidad y alevosía, pase por encima de toda manifestación popular y acción de un alcalde pedáneo, enviando de nuevo a estos efectivos a retirar la misma pancarta, simplemente porque no le gusta lo que en ella se reivindica».

El partido

El Comité Ejecutivo de la Agrupación Local del PSOE de La Barca no tardó en reaccionar, también a través de un comunicado, y dejar clara su postura, reclamando a Valenzuela que «deje de insultar al pueblo». Asegura que la situación que se está viviendo «es lamentable, porque los barqueños/as estamos cansados de tanta demagogia. Esto se está convirtiendo en un cómic de mal gusto y estamos hartos de que se nos trate como a borregos».

Continúa afirmando que «es cierto que La Barca necesita y quiere la segregación, pero él solito se ha encargado de destrozar la palabra en sí, por que la ha vendido tanto, y tan mal, que los barqueños/as con sólo oírla, ya no creen en ella». Y apunta asimismo que «es cierto es que Jerez nos da poco, siempre fue así, pero ahora él tiene un arma, un nombre: María del Carmen Martínez. Si ella gana 80.000 euros al año es algo que a los barqueños/as no nos interesa».

Pero va más allá y recuerda que, «a propósito de este tema, se sabe muy bien los sueldos de los que están en Jerez, pero aquí todavía no sabemos lo que gana él y el resto de familiares suyos que trabajan en el Ayuntamiento de La Barca, así como el secretario, que al parecer no es poco».

Oposición

Los partidos de la oposición también dijeron la suya. El PP manifestó su rechazo a estas «prácticas dictatoriales» que provocaron una «situación inaudita», donde la libertad de expresión intentaba ser coartada y anulada por «políticos que poco saben del talante democrático» y colocando a policías y bomberos, que cumplían órdenes, en una situación conflictiva ajena a su voluntad y a sus funciones. Todo esto no es más que una muestra de la «incapacidad de diálogo de la señora Sánchez».

El Grupo Municipal del PSA mostró igualmente su más enérgico rechazo a «la actitud antidemocrática y represiva de la alcaldesa de Jerez, cuando la Policía Local se personó en esta pedanía para fotografiar pancartas reivindicativas, y los bomberos se desplazaron hasta allí para quitarla». «Increíble, pero cierto. Los bomberos se trasladan a La Barca para quitar una pancarta», señalaba.

Por último, el concejal de IU Joaquín del Valle consideró «asombrosa la postura que ha tomado el gobierno municipal con el problema de las ELAS; no sólo no llevan a cabo las medidas necesarias para acabar con la precariedad económica que sufren las pedanías de Jerez sino que además se coarta la libertad de expresión».