Bush cree que la cumbre del G 20 debe servir para recuperar la fe en el libre mercado
La primera prueba de que la cumbre financiera que empieza hoy en Washington no será un nuevo Breton Woods que redefina el sistema económico del siglo XXI es que su anfitrión no cree que sea necesario reinventar el sistema. Horas antes de que los mandatarios de medio mundo se subieran al avión, George W. Bush lanzó una ardua defensa del capitalismo y advirtió que el verdadero peligro es minarlo con demasiadas regulaciones.
Actualizado: Guardar«Sería un terrible error permitir que unos meses de crisis minaran 60 años de éxitos», defendió. El presidente saliente hablaba ante el Manhattan Institute for Policy Research, a unos metros de los inversores de Wall Street a los que quería calmar. Pero sus advertencias iban dirigidas a los líderes del G20 y otros países industrializados como España y Holanda, que acuden a Washington con la creencia de que esta crisis económica propicia la oportunidad histórica de refundar el capitalismo.
Y ciertamente Bush ve una oportunidad, pero no de refundar el capitalismo sino de reafirmar la hegemonía del libre mercado. «En el despertar de esta crisis financiera, voces de la izquierda y la derecha están comparando el sistema de libre mercado con la avaricia, la explotación y el fracasó», reprobó. Y si bien reconoció que había habido errores de los agentes gubernamentales y privados, «la crisis no es el fracaso del libre mercado, y la respuesta no es tratar de reinventar el sistema, sino solucionar los problemas que enfrenta, hacer las reformas que necesita y seguir adelante con los principios del libre mercado que han traído prosperidad y esperanza a los pueblos del mundo», sentenció.